Si os gusta el bizcocho cuatro cuartos (o mantecado de Avilés, o bizcocho imperial para l@s asturian@s) tenéis que probar este, con un toque de naranja, porque está realmente delicioso. Es de un estilo al mantecado de avellana que fue una de mis primeras recetas para el blog, pero en lugar de frutos secos y chocolate, lleva trocitos de naranja confitada y cointreau. (Si no queréis ponerle licor, podéis sustituirlo por zumo de naranja y ralladura.)
Ultimamente no suelo utilizar mantequilla para los bizcochos, prefiero ponerles aceite de girasol, coco u oliva suave, pero el mantecado es la excepción: el sabor y textura que le da la mantequilla a la miga es una maravilla, y con aceite no queda ni parecido.
Es importante utilizar la mantequilla blanda, en "pomada", y batirla bien con el azúcar. Aunque para el bizcocho de avellana bato todos los ingredientes juntos, al estilo de mi hermana, (la receta que compartí de ese bizcocho es la suya) este lo hago como el mantecado tradicional, batiendo la mantequilla con el azúcar y añadiendo luego los huevos uno a uno. Lo que no hago es montar las claras aparte, me da una pereza horrible y para mi gusto así queda fantástico. (Si a vosotr@s os apetece añadir las claras a punto de nieve a la masa, podéis incluso prescindir de la levadura.)
El nombre de bizcocho "cuatro cuartos" que se le da también al mantecado se refiere al peso de los ingredientes principales: un cuarto de kilo de mantequilla, azúcar, huevos y harina. Si no queréis utilizar tanta mantequilla, podéis poner la mitad y añadir 125g de yogur griego... ¡Pero el resultado es mejor con "todo lo gordo"!
El molde que he utilizado mide 11x25 cm. De tamaño queda justito para la cantidad de ingredientes que os pongo. Lo he forrado con dos tiras de papel de hornear cruzadas para desmoldarlo mejor, me gusta más este método que el de untarlo con mantequilla.
Para el mantecado de naranja: