Pan de molde de cereales (thermomix)

He oído que la semana que viene vuelven a traer la panificadora para el Lidl, y me tienta... ¡Pero no voy a comprarla! En primer lugar porque ya no tengo donde poner más maquinitas... Si lo hago me quedo sin encimera!!! Y en segundo lugar, porque con la thermomix consigo los mismos resultados, aunque tenga que hornear el pan aparte.
Para terminar de convencerme de que no la necesito, me decidí a preparar un pan de molde en la thermomix. Está basado en la receta de Xabier Barriga, adaptándola a esta maquinita. Por supuesto que podéis preparar este pan al método tradicional, amasando todo junto. El resultado también será bueno, pero la preparación un poco más trabajosa.
Aquí lo tenéis, listo para el desayuno. ¡Es una pena que no podáis olerlo!!!

Para el pan de molde con cereales:

300 g de harina de cereales con semillas (usé la marca Harimsa, pero en Lidl también tienen preparados de este tipo)
200 g de harina de fuerza
350 ml de agua
2 cucharaditas de sal
1 cucharada de miel
15 g de levadura fresca

Ponemos en el vaso de la thermomix el agua y la templamos 30 segundos, 37º, velocidad 2.
Añadimos la levadura demenuzada y la mezclamos 10 segundos a velocidad 3.
Añadimos el rsto de ingredientes, mezclamos 10 segundos a velocidad 6 y luego lo amasamos 3 minutos en espiga. Lo dejamos reposar 15 minutos, cubierto con un paño húmedo.

Espolvoreamos la mesa con harina, ponemos encima la masa y la amasamos un poco, estirándola para formar un rectángulo. La enrollamos sobre sí misma y la ponemos en un molde de plumcake engrasado y enharinado. La tapamos de nuevo y la dejamos levar una hora.

Precalentamos el horno a 220º. (Si queremos que la corteza salga un poco crujiente, metemos un cacharrito con agua para que haga vapor.) Pincelamos el pan con un poco de agua o leche y espolvoreamos unos copos de avena. (esto es opcional) Bajamos la temperatura del horno a 180º y horneamos el pan unos 35 minutos.
Y este es el resultado:

Lo cortamos en rebanadas, y listo para desayunar!!!!

Para picar... Galletitas de queso azul y gominolas de gin-limón

Hoy os traigo receta doble: unas galletas saladas con queso azul y unas gominolas de ginebra y limón para acompañar el aperitivo... Picoteo dulce o salado, a escoger...

Para las galletas de queso azul:

125 g de mantequilla blanda
100 g de queso azul (la próxima vez pondré más, 150 g)
2 cucharaditas de sal
1/2 huevo batido (el otro medio para pintar)
225 g de harina

Batimos la mantequilla con el azúcar. Si lo hacemos con thermomix, 3 minutos a velocidad 3 con la mariposa puesta)
Añadimos la sal y el huevo. Batimos hasta integrar en la masa. (20 seg, velocidad 3)
Agregamos la harina y amasamos. (Quitamos la mariposa y programamos 5 segundos a vel.5) Si es necesario, añadimos un poco más de harina hasta que la masa no se nos pegue a las manos.

Estiramos la masa con el rodillo y cortamos galletas pequeñitas, o hacemos bolitas y las aplastamos un poco en la bandeja de hornear. Las pincelamos con el resto del huevo batido que teníamos reservado. Podemos espolvorearles un poco de pimienta y tomillo molidos.

Metemos la bandeja en la nevera mientras precalentamos el horno a 180º.
Horneamos 10-12 minutos hasta que doren un poco.

¿Recordáis las gominolas de frutas que me compré en el mercado renacentista? Pues las tenían también de mojito y cubalibre, y de ahí surgió el antojo de hacerlas de ginebra!!! En este caso utilicé gelatina de limón, pero a vuestro gusto... Cambiando el sabor de la gelatina (naranja, fresa...) tendréis más sabores de gominolas.

Para las gominolas de gin-limón:

1 sobre de gelatina de limón (era de 85 g)
1 sobre de gelatina neutra (10 g)
100 cc de ginebra + 50 cc de agua
140 cc de azúcar (y algo más para rebozarlas)

Ponemos todo en un cazo a fuego suave, procurando que la mezcla no hierva y removiendo sin parar unos 10 minutos, hasta que el azúcar esté bien disuelta.

Vertemos en moldecitos de silicona que habremos untado ligeramente con aceite de girasol. Cuando enfríe un poco, lo metemos a la nevera al menos 6 horas. Pasado ese tiempo como mínimo, desmoldamos las gominolas y las rebozamos en azúcar.

Ya tenemos nuestros bocaditos dulces y salados para acompañar el vinito... ¡Feliz fin de semana a tod@s!

Tarta de chocolate blanco y fruta de la pasión

El sábado pasado fue el santo de mi madre y para celebrarlo le preparé esta tarta. Es un bizcocho de fruta de la pasión (maracuyá)  relleno de crema de chocolate blanco y cubierto por una plancha de mazapán y fondant. Las florecitas que lo adornan también son de fondant.

El maracuyá se cultiva en las zonas tropicales de Sudamérica y su flor, similar a una corona de espinas, hizo que los colonizadores españoles lo denominaran fruto de la pasión. En su interpretación teológica, los tres pistilos de la flor simbolizarían los clavos de la cruz de Cristo. Como por aquí no es muy fácil conseguirla, usé pasta de fruta concentrada de la marca Home Chef.

Para el bizcocho de fruta de la pasión:

150 g de mantequilla
180 g de azúcar
1 yogur de vainilla
250 g de harina con levadura
4 huevos
3 cucharaditas de pasta de fruta de la pasión

Precalentamos el horno a 180º.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen volumen. (En thermomix: 4 minutos a velocidad 4 con la mariposa puesta)
Añadimos la mantequilla fundida, la pasta de fruta y el yogur y lo batimos bien. (TMX: 20 segundos a vel.4)
Agregamos la harina con levadura y mezclamos hasta integrarlo. (TMX: sin mariposa, 5 segundos a vel.5)
Vertemos en un molde engrasado (el mío es de 20 cm) y horneamos 40 minutos aproximadamente. (Lo pinchamos con un palillo para ver si está cocido por dentro)
La pasta de maracuyá y los huevos de gallinas asturianas le dan un colorcito precioso al bizcocho!!!

Para el almíbar:

200 cc de agua
3 cucharadas de azúcar
1/2 cucharadita de pasta de fruta de la pasión

Lo ponemos en un cazo al fuego hasta que hierva un poco y se disuelva bien el azúcar.

Para la crema de chocolate blanco:

100 g de chocolate blanco
50 cc de nata líquida
50 g de mantequilla
2 cucharadas del almíbar que hemos preprado antes

Ponemos en un cazo al fuego la nata, la mantequilla y el almíbar y removemos para fundir la mantequilla. Cuando hierva, retiramos del fuego, añadimos el chocolate troceado y removemos bien hasta que se funda y tengamos una crema. Dejamos enfriar y la metemos un rato a la nevera.

Montaje de la tarta:

Partimos el bizcocho por la mitad. colocamos la base en el plato de servir y la calamos con el almíbar. Cubrimos con crema de chocolate blanco y colocamos encima la otra mitad del bizcocho, también calado con almíbar.

Para el acabado:

Una plancha de mazapán (opcional)
Fondant blanco, rosa y negro

Como no me gustan mucho las tartas fondant, cubrí primero el bizcocho con una plancha de mazapán. Después, estiré el fondant lo más finito que pude y lo puse sobre la capa de mazapán. Para que os orientéis con la cantidad de fondant, utilicé una pastilla de fondant blanco de 250 g , y aunque lo estiré un montón, quedó un pelín escaso para cubrir totalmente un bizcocho de este diámetro. (20 cm)

Para las flores, estiramos fondant rosa, cortamos circulitos y los afinamos con la esteca de bola. Los ponemos a secar sobre una huevera, cubitera, o lo que tengáis para darle un poco la forma curvada. Con una bolita de fondant negro hacemos el centro.

Cuando estén secos, vamos pegando los pétalos con un poquito de pegamento comestible. Pegamos el centro de la flor. Después, yo pincelé los pétalos con purpurina rosa comestible y rodeé el centro de la flor con una hilera de perlitas de azúcar.
Las flores pequeñitas las hice con un nervador de silicona.

Cuando las florecitas estén secas, las pegamos a la tarta con una gotita de pegamento comestible.

Resultado: bizcocho jugoso, crema riquísima y cobertura de mazapán muy buena... El fondant ni se nota, y como va estirado muy finito nadie lo apartará para comerse el resto de la tarta...

Estrellitas de avellana

Aunque encender el horno en verano es de sufridores, nunca paso muchos días sin hacer galletas. (De hecho, tengo otra receta pendiente de subir, con las galletas saladas que hice ayer!)
 Estas no llevan más decoración que azúcar glas espolvoreada, que pega de maravilla con su sabor a avellanas. Las hice pequeñitas, ideales para el café de la tarde.

Para las galletitas:

125 g de mantequilla a temperatura ambiente (ojo, que con estos calores ablanda enseguida!)
2 yemas de huevo batidas
90 g de azúcar
60 g de avellanas tostadas y molidas
1 cucharadita de vainilla
200 g de harina

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que tengamos una crema esponjosa. (Si lo hacemos en thermomix, unos 3 minutos a velocidad 3 con mariposa)
Añadimos la vainilla y las yemas de huevo batidas. (Podemos reservar un poquito para pincelar las galletas, opcional) Mezclamos hasta integrar en la masa. (En TMX, 1 minuto a vel.3)
Añadimos las avellanas molidas y la harina y lo batimos todo. (Sin mariposa, 5 segundos a vel.5)
Si se nos pega a las manos, añadimos un poco más de harina.

Amasamos un poco, estiramos la masa con el rodillo entre dos papeles de hornear y lo metemos a la nevera una horita. Sacamos, cortamos nuestras estrellitas y las vamos poniendo en la bandeja del horno.

 Metemos la bandeja con las galletas a la nevera otro rato, mientras precalentamos el horno a 180º.  ¡Esto es importante, si las galletas no están bien frías, con el calor del horno se desparraman y pierden la forma!!!
Horneamos 12 minutos, las sacamos un pelín blandas y las dejamos un minuto en la misma bandeja, donde terminan de endurecer.

Cuando estén frías, espolvoreamos azúcar glas.
Con estas cantidades rellené dos cajitas como la de la primera foto, salieron unas 50 estrellitas. ("Unas 50" quiere decir que me comí unas cuantas antes de contarlas... Me encantan las galletas y los bizcochos templaditos, casi recién salidos del horno!!!)

Cake de limón, ginebra y cardamomo

Si a un sencillo bizcocho de limón, lo bañamos en un almíbar como este, cambia totalmente... Eso si logramos no bebernos todo el almíbar, y que sobre para bañar el bizcocho!!! Porque os aseguro que está de vicio... Tanto que, cuando lo repita, voy a preparar el doble y emborracharlo totalmente, y no sólo la capa superficial.
El secreto es la ginebra, mi nueva favorita es la Nordés, una ginebra gallega que sabe a limón, a laurel, a cardamomo... Y os juro que a mí incluso me sabe a gominolas!!! Y no, no me patrocina la marca, lo cual es una pena... Si yo con unas botellitas de muestra me conformaría !!!  :)

Para el bizcocho de limón y cardamomo:

160 g de azúcar
1 yogur de limón
Ralladura de un limón
2 cucharadas de zumo de limón
120 cc de aceite de girasol
3 huevos + 2 yemas
2-3 vainas de cardamomo molidas
260 g de harina con levadura
50 g de almendra molida

Precalentamos el horno a 180º.
Batimos los huevos y las yemas con el azúcar hasta que blanqueen y doblen volumen. (En thermomix, con la mariposa, 4 minutos a velocidad 4)
Añadimos aceite, yogur,cardamomo, zumo y ralladura de limón y lo batimos bien. (20 segundos a vel.4)
Añadimos la harina con levadura y la almendra molida y mezclamos hasta integrarlo. (Sin la mariposa, 5 segundos a vel.5)
Vertemos la masa en un molde engrasado (en este caso no me hizo falta porque utilicé uno de silicona) y horneamos 35 minutos. (Pinchadlo con un palillo para ver si ya está cocido)

Para el almíbar:

Zumo de dos limones + un trozo de piel
4 cucharadas de ginebra
2 cucharadas de azúcar
Unas semillas de cardamomo

Ponemos todo en un cazo a fuego medio y removemos para disolver el azúcar. Lo probamos. Si nos lo bebemos todo, pues lo volvemos a hacer! Son cosas que pasan...
Colamos para quitarle el cardamomo y la peladura de limón y con este almíbar, bañamos el bizcocho.

Para el glaseado:

1 cucharada de ginebra
2 cucharadas de zumo de limón
100 g de azúcar glas

Mezclamos todo y lo extendemos sobre el bizcocho emborrachado con el almíbar. Y a disfrutarlo, que está muy bueno. Si queremos un glaseado más espeso y blanco, pues añadimos más azúcar glas y lo batimos bien.

Las rodajas de limón de la decoración están confitadas en una sartén con zumo de limón y azúcar. Y las hojitas verdes son de albahaca, que me encanta.

La idea la saqué del blog de Clemenvilla, que podéis ver aquí. Y la tuneé a mi manera, porque soy incapaz de seguir una receta al pie de la letra... Así que miráis las dos, y escogéis la que más os guste...

Mercado Renacentista en Viveiro

Este fin de semana Viveiro celebró la sexta edición de su mercado renacentista. Las calles peatonales de su casco histórico se engalanaron con banderolas y se llenaron de puestos de artesanía, madera, cuero, jabones, alimentación... Para recibir al rey Carlos V, Juana La Loca y la comitiva real, que desembarcaron el viernes en la playa de Covas. Acompañados por música, entraron en la villa por la Puerta de Carlos V y se dirigieron al Balcón do Concello, donde se lee el pregón que marca el inicio de esta feria.

Durante todo el fin de semana se celebraron diversas actuaciones, entre ellas la de un fakir. Hubo, además, demostraciones de tallas de madera y cantería. También los niños tenían sus atracciones...

No sólo los vendedores iban vestidos con atuendos medievales, también los asistentes podían alquilar trajes para integrarse en el ambiente.
Como fuimos temprano, los puestos, que hacen un parón de tres a cinco de la tarde, acababan de abrir y pudimos verlo todo sin aglomeraciones.

Hasta me encontré un decorado apropiado  para asomar la cabeza...

Y no podíamos irnos sin hacer unas compras para picotear esa noche... Parmiggiano, cecina, gominolas de frutas y un riquísimo pan de centeno con pasas que incluso llegó a las tostadas del desayuno.

Si no os gustan los mercados medievales (yo los adoro, aunque todos acaben pareciéndose!) bastaba con salir del casco antiguo y darse un paseo junto a la ría...

Y si el tiempo acompaña, a pocos kilómetros tenéis una de las playas más bonitas de la mariña lucense... La playa de Area, mi favorita!!!  :)