Ningún fecha podría ser mejor que la de hoy, noche de Halloween, para contaros nuestra visita a las Catacumbas de París.
Imaginaos: París, finales del siglo XVIII: Los cementerios de la ciudad estaban saturados a causa de la peste, y el inadecuado manejo de los cadáveres empezaba a producir enfermedades en los vecindarios cercanos, sobre todo en la zona de Les Halles. Entre la policía y el inspector general de minas, decidieron solucionarlo transformando las antiguas canteras, (cuya piedra caliza se había utilizado para construír Lutecia, nombre de París en la época galorromana) en un gigantesco osario subterráneo.
Durante meses, numerosos carruajes atravesaron la ciudad durante la noche, transportando los restos de seis millones de personas desde los cementerios a su última morada: las catacumbas.