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viernes, 13 de noviembre de 2020

Pan brioche de limón

 


¡Buenos días! ¿Desayunamos? Hoy es 13 de noviembre, Día de las Librerías. ¡Ya sabéis que ahora hay un día para todo! Os confieso que aunque me encanta leer, y hasta que no tenga piso propio, últimamente sólo compro en papel libros de cocina. El resto, quitando alguno que me entusiasme mucho tener, los leo en versión kindle: la falta de espacio para libros es un problema, ¡ya no tengo dónde meterlos! Cuando me vine de Galicia a Oviedo doné un montón de libros a la biblioteca, porque era imposible hacerles sitio aquí. (La selección fue muy dura, creedme.)

Como os decía, los libros que siempre necesito tener en papel son los de cocina. Tengo una estantería kallax de ikea sólo para ellos (otro día hablaremos del almacenaje de moldes y enseres reposteros, que el tema da para rato...) y me encanta hojearlos, olerlos (¡ay, el olor a libro, qué maravilla!) mirar las fotos, decidir el orden para probar las recetas...

Mis últimos amores son el libro de Esbieta, que me regalaron, y el de Natalia Osorio, que ya lleva un tiempo publicado y aún no comprendo cómo es que no lo tenía. Fue verlo en la librería, hojearlo y traerlo para casa sin pensármelo dos veces. Gracias a estos dos libros estoy redescubriendo mi amor por las masas levadas.




Hoy os enseño el pan de limón del libro de Natalia, "Con harina en mis zapatos". Os recomiendo muchísimo tanto el pan como el libro: tengo que contenerme para no hacer una receta diaria, porque en casa explotaríamos.

Este pan-brioche tiene una miga deliciosa y se conserva blandito para el día siguiente. No lleva ni mucha azúcar, ni mucha mantequilla, ni muchos huevos: es perfecto. Si sólo sois dos en casa, como es mi caso, podéis congelarlo en rebanadas, aunque si os dura varios días estará delicioso tostado con mermelada, y también podréis usarlo para unas torrijas gourmet.



En el libro podéis ver la elaboración tradicional. Yo os voy a dejar cómo lo hice utilizando la panificadora, mi ayudante preferida para las masas de panadería.



Para el pan brioche de limón:

jueves, 5 de noviembre de 2020

Tarta de chocolate y pacanas (chocolate pecan pie)

 


Recordando la tarta de nueces del pecan que publiqué en el blog hace ya unos años, se me ocurrió hacer una versión con chocolate. No sé si es nostalgia de viajar, porque estas nueces me recuerdan a Estados Unidos, o por la llegada del otoño, con halloween, acción de gracias y demás fiestas americanas que llevamos años viendo en películas y series, o simplemente por mi amor por los frutos secos (soy un hamster, sí) pero tuve que ponerme manos a la obra.

La receta de la masa es la misma que utilicé en la tarta de pacanas americana, para un molde de 23 cm de diámetro. Podéis sustituirla por una lámina de masa quebrada, pero no tarda nada en hacerse, y menos si tenéis un robot. 
Si no tenéis un molde desmontable tampoco pasa nada: cortáis un par de tiras de papel de hornear para poner en el fondo del molde, y eso nos facilitará el desmoldado. (Se ve en una foto más abajo)

La tarta puede inflarse un poco en el horno, pero con el reposo bajará y nos quedará como veis.



Para la pecan pie de chocolate:

lunes, 26 de octubre de 2020

Bizcocho crumble de calabaza (sin huevo)

 


¡Buenos días! Empiezo la semana compartiendo con vosotr@s la receta de este delicioso bizcocho de calabaza. y ¿qué lo diferencia del millón de bizcochos de calabaza que llenan estos días nuestras pantallas? Pues la cobertura: un delicioso crumble, crujiente y especiado.

Es, además, una receta sin huevo, y fácilmente "veganizable": sólo hay que cambiar la leche por bebida vegetal y la mantequilla del crumble por margarina o aceite de coco sólido.



El aroma de la cocina al hornearlo es una maravilla. ¡Huele a otoño! A calabaza dulce, canela y especias. He utilizado para endulzarlo panela (azúcar moreno sin refinar) que le da un toque caramelizado, pero podéis sustituirlo por azúcar blanca o por la misma cantidad de xylitol.

Mi molde es de 18 cm de diámetro.




Para el bizcocho de calabaza con crumble:

lunes, 19 de octubre de 2020

Bollitos de calabaza rellenos

 


¡Buenos días! ¿Empezamos la semana con unos brioches de calabaza? Son unos bollitos muy tiernos y aromáticos y ¡llevan sorpresa! Un delicioso relleno de dulce de leche, que podéis cambiar por nutella, si os gusta más.

Esta es una de esas recetas que lleva un par de semanas aparcada, porque como os dejo la elaboración de varias maneras (tradicional, en thermomix o con panificadora) se me hace más larga de escribir. Hoy, como no trabajo y tengo más tiempo libre, me he puesto manos a la obra. 



He dividido la masa en bolas para tener este efecto de bollitos que podemos arrancar con las manos, sin usar cuchillo. Podéis ponerlas separadas más separadas en la bandeja del horno si queréis conseguir bollitos individuales, tipo suizo. Yo he preferido hacerlas en una fuente, para que se juntaran al levar.

Como siempre que usamos puré de calabaza en las recetas, os recuerdo que es importante escurrirlo bien. La calabaza suelta mucha agua, y más aún si la hacemos hervida en lugar de asada. Recordad también que el peso mengua al cocinarla, precisamente por esa pérdida de agua. El peso del puré que os pongo en la receta se refiere a la calabaza ya cocinada y bien escurrida, ya sea hervida o asada en el horno o microondas.

También podéis utilizar para la receta la mantequilla de calabaza que os enseñaba aquí.



Para los bollitos de calabaza:

jueves, 8 de octubre de 2020

"Mantequilla" de calabaza (Pumpkin spice butter)

 


Aprovechando la temporada de calabazas, he probado a hacer la "pumpkin spice butter" americana: una "mantequilla", o más bien crema de untar de calabaza especiada.

Además de para untar en tostadas, esta conserva nos servirá para hacer todo tipo de recetas dulces con calabaza: tortitas, bizcochos, gofres...



Como lleva bastante tiempo de cocción, me decidí a hacerla utilizando mi crockpot (os recomiendo muchísimo lo de tener una olla lenta, ¡no sólo vale para hacer guisos!) y para ello he seguido la receta de Marta Miranda. Su blog, Crockpotting, es todo un referente a la hora de cocinar con slow cooker.

Yo he puesto un poco menos de sidra de manzana, y algo más de azúcar, y estoy muy contenta con el resultado. Me han salido cuatro tarros de esta "mantequilla".




Os dejo aquí también mi receta de mezcla de especias. Siempre tengo un tarrito en la despensa, y la utilizo para compotas, bizcochos, tartas...


Para la mezcla de especias: 

domingo, 4 de octubre de 2020

Alfajores de chocolate

 



Tres días de lluvia seguidos... Ahora sí que podemos decir que llegó el otoño. Y para que os entretengáis esta tarde lluviosa, os dejo la receta de estos alfajores de chocolate, ideales para degustar con un cafetín viendo alguna serie o película cómodamente en el sofá.




Cuando hago en casa alfajores siempre uso esta receta con maicena que me dio hace unos años un compañero argentino, y que salen de muerte, ¡espectaculares! Pero me apetecía variarlos un poco y probar con una masa con cacao. El resultado es el que veis en las fotos, y tengo que deciros que están muy buenos, sobre todo los que cubrí con chocolate, que eso ya es un éxtasis alfajoril.



Con estas cantidades me han salido 32 tapitas, es decir, 16 alfajores. El diámetro del cortador es de 5,5 cm.




Para los alfajores de chocolate:

viernes, 25 de septiembre de 2020

Bizcocho mantecado de naranja

 


Si os gusta el bizcocho cuatro cuartos (o mantecado de Avilés, o bizcocho imperial para l@s asturian@s) tenéis que probar este, con un toque de naranja, porque está realmente delicioso. Es de un estilo al mantecado de avellana que fue una de mis primeras recetas para el blog, pero en lugar de frutos secos y chocolate, lleva trocitos de naranja confitada y cointreau. (Si no queréis ponerle licor, podéis sustituirlo por zumo de naranja y ralladura.) 



Ultimamente no suelo utilizar mantequilla para los bizcochos, prefiero ponerles aceite de girasol, coco u oliva suave, pero el mantecado es la excepción: el sabor y textura que le da la mantequilla a la miga es una maravilla, y con aceite no queda ni parecido.

Es importante utilizar la mantequilla blanda, en "pomada", y batirla bien con el azúcar. Aunque para el bizcocho de avellana bato todos los ingredientes juntos, al estilo de mi hermana, (la receta que compartí de ese bizcocho es la suya) este lo hago como el mantecado tradicional, batiendo la mantequilla con el azúcar y añadiendo luego los huevos uno a uno. Lo que no hago es montar las claras aparte, me da una pereza horrible y para mi gusto así queda fantástico. (Si a vosotr@s os apetece añadir las claras a punto de nieve a la masa, podéis incluso prescindir de la levadura.)



El nombre de bizcocho "cuatro cuartos" que se le da también al mantecado se refiere al peso de los ingredientes principales: un cuarto de kilo de mantequilla, azúcar, huevos y harina. Si no queréis utilizar tanta mantequilla, podéis poner la mitad y añadir 125g de yogur griego... ¡Pero el resultado es mejor con "todo lo gordo"!

El molde que he utilizado mide 11x25 cm. De tamaño queda justito para la cantidad de ingredientes que os pongo. Lo he forrado con dos tiras de papel de hornear cruzadas para desmoldarlo mejor, me gusta más este método que el de untarlo con mantequilla. 



Para el mantecado de naranja: