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domingo, 31 de marzo de 2013

Galletas de Pascua (Easter Bunny Cookies)



 Con motivo de la semana santa, esta vez preparé unas galletas en forma de conejitos y huevos de Pascua.
 La tradición de regalar huevos por pascua viene ya de las antiguas civilizaciones fenicias, egipcias y chinas, para las que el huevo representaba fertilidad y vida. Cuando terminaba una época dura, como el invierno, era costumbre intercambiar huevos y pintarlos, celebrando el renacer de los bosques y la llegada de la primavera.
 Con el cristianismo, cuenta la leyenda que cuando enterraron a Jesús en la cueva, había allí un conejo que vio cómo resucitaba y , para comunicarlo al mundo, salió a repartir huevos pintados por las casas, llevando un mensaje de alegría y vida.
 Vamos con la receta:

Para las galletas:

125 g de mantequilla blanda
140 g de azúcar glas
1 huevo
1 cucharadita de vainilla
280 g de harina con una pizca de sal

 Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que esté la mezcla pálida y cremosa. (En thermomix, 5 minutos a velocidad 3 con mariposa)
 Añadimos el huevo y la vainilla y batimos hasta integrar. (TMX: 1 minuto a vel. 3)
 Añadimos la harina en 2 veces y amasamos. Puede necesitar un poco más de harina para que no se pegue a las manos, según el tamaño del huevo y la marca de la harina, ya que unas absorben más líquido que otras.(TMX: quitamos la mariposa, echamos la harina y ponemos 10 segundos a velocidad 5)
 Estiramos la masa con un rodillo y la metemos una hora en la nevera. Pasado el tiempo, sacamos la masa , cortamos las galletas y las vamos poniendo en la bandeja del horno cubierta con papel de hornear.


 Como yo quería presentar alguna en una maceta, a varias les clavé un palito de brocheta



 Precalentamos el horno a 180º. Mientras, metemos la bandeja con las galletas en la nevera para que la masa esté bien fría y no pierda forma al hornearla.
 Cuando el horno esté caliente, metemos las galletas y las horneamos unos 12 minutos.
 Dejamos enfriar las galletas antes de glasearlas, mejor al día siguiente.



Para el glaseado:

1 clara de huevo
200 g de azúcar glas

 Batimos un poco la clara hasta que espume. Añadimos el azúcar y batimos 6 minutos a baja velocidad. (En TMX pongo velocidad 2) Queda una textura como pasta de dientes.



 Dividimos esa glasa en 3 boles, o tantos como colores queramos tener, y vamos añadiendo gotas de agua poco a poco y batiendo con una espátula de silicona, hasta que al levantar la espátula y mover el bol la glasa que cae se funda con la de abajo.
 Ponemos las glasas en mangas pasteleras con boquillas del nº2 y glaseamos nuestras galletas.



 Primero delineamos el borde, y luego rellenamos apretando más fuerte la manga.



 Movemos un poco la galleta para que se reparta bien la glasa. Si vemos alguna burbujita, la pinchamos con un palillo.



 Las dejamos secar bien antes de poner más adornos, ya sean de glasa, flores de fondant, lacitos, etc.



 El macetero de la presentación final me lo regaló mi suegra. Para verlo con más detalle, os dejo el enlace a su blog http://lascosinasdetere.blogspot.com.es/


martes, 26 de marzo de 2013

Carrot Cake de Miette




 Continuando con el tema de San Francisco, decidí hacer otra receta basada en un libro que publicó una de sus pastelerías más famosas, Miette.
 Cuando estuvimos allí fuimos a su local de Ottavia Street a comprar dicho libro pero, para mi disgusto, en ese momento no les quedaba ninguno. El paseo no fue en vano, porque nos compramos un par de cupcakes para reponer fuerzas y María aprovechó para hacer unas fotos a la tienda, que es una monada. Como me apenó mucho no conseguir el libro, ella me sorprendió meses después regalándomelo por mi cumpleaños (Viva Amazon!!)
 Así que esta tarde me entretuve con una de las recetas más clásicas de la cocina americana, el Carrot Cake, combinado con una cobertura de crema de queso de sabor muy suave, que le da un toque riquísimo.



Para la Carrot Cake:

120 g de harina
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de levadura (tipo royal)
1 cucharadita de canela
2 huevos grandes
90 g de azúcar moreno
180 ml de aceite
150 g de zanahorias peladas y ralladas
60 g de nueces troceadas
50 g de coco rallado ( yo en lugar de esto, puse almendra molida)


 Precalentamos el horno a 170º.
 En un bol, mezclamos los cuatro primeros ingredientes y la almendra molida y reservamos.
 En otro bol, batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen.


Añadimos el aceite y batimos un poco más. Añadimos la zanahoria rallada y lo batimos. Le agregamos la mezcla del primer bol en dos veces, batiendo lo justo para que se integre todo. Echamos  las nueces y las mezclamos entre la masa.
 Vertemos esta masa en un molde y horneamos unos 40- 45 minutos.


 A los diez minutos de sacarlo del horno, desmoldamos y dejamos enfriar para ponerle la cobertura.

Para el frosting de crema de queso de Miette:

100g de mantequilla blandita
150 g de azúcar glas
150 g de mascarpone o queso tipo philadelphia (que no sea light!!)


 Batimos la mantequilla con el azúcar unos minutos hasta que esté muy cremoso, yo lo hago en la thermomix.      Añadimos el queso y seguimos batiendo dos minutos más. Lo probamos (sólo un poco!), vemos que está buenísimo y cubrimos la tarta y/o la rellenamos. Como yo sólo lo utilice de cobertura, me sobró un montón, pero no fue ningún problema...   ;-)





Os dejo con unas fotos que hicimos en Miette. Como veis la pastelería está llena de color y dan ganas de llevárselo todo... Nos costó mucho elegir sólo dos cupcakes!!




lunes, 25 de marzo de 2013

Cupcakes de chocolate y caramelo (Recordando San Francisco)




 Pronto hará un año que estuvimos en San Francisco y, al recordarlo, se me ocurrió preparar una de las recetas del libro que me compré allí, en la chocolatería Ghirardelli.
 Esta fábrica de chocolate la fundó en 1852 el italiano Domingo Ghirardelli, y llegó a ser la segunda compañía de chocolate más grande de Estados Unidos.
 Cuando estuvimos en su local de Ghirardelli Square, en la zona del muelle, nos recibieron con muestras de sus chocolates, entre los que estaban los cuadrados de chocolate negro rellenos de caramelo, que fueron los que más me gustaron y en los que se inspira el frosting que preparé para cubrir esta receta.



"Dark Chocolate Cupcakes"  (del libro "The Ghirardelli chocolate cookbook") :

30 g de cacao
130 g de harina
1  cucharadita de bicarbonato
1/4 cucharadita de sal
1 huevo grande
100 g de azúcar moreno
115 g de azúcar blanca
120 ml de leche (como medio vaso)
60 ml de café negro
100 g de mantequilla

 Precalentar el horno a 180º, por arriba y por abajo.
 Mezclar harina, bicarbonato y sal en un bol. Calentar en un cazo la leche con el café, y fundir en él la mantequilla. En otro bol, batir bien el huevo con los azúcares y añadirle el contenido del cazo. Batirlo bien, y añadir la mezcla de harina, bicarbonato y sal.
 Llenar los moldecitos de cupcake unos 3/4 de su capacidad y hornear 15 minutos. Apagar el horno y dejarlos dentro 5 minutos más.

Mi frosting de chocolate y caramelo:

  Para cubrir los cupcakes, no utilicé la receta del libro, a base de chocolate y nata, sino que quise unir los sabores de chocolate y caramelo del bombón antes mencionado. Para ello utilicé:

75 g de chocolate negro 70% de cacao
75 g de mantequilla blanda
100g de azúcar glas
3 cucharadas soperas de caramelo líquido

 Lo primero es fundir el chocolate en el microondas y dejarlo templar para que no nos funda la crema.
 Mientras enfría, batimos la mantequilla blanda con el azúcar  glas, unos 5 minutos hasta que esté montadita y cremosa. Añadimos entonces el caramelo, y seguimos batiendo. Añadimos es chocolate, y batimos hasta tener todo integrado. Lo probamos, y como somos fuertes no nos lo comemos todo, lo guardamos un rato en la nevera para que coja más cuerpo y decoramos nuestros cupcakes con una manga pastelera o extendiéndolo con una espatulita o un cuchillo plano.

 Yo les puse luego decorando unas florecitas de fondant de azúcar y unas bolas de chocolate.


 Si queréis saber más del viaje a San Francisco y nuestras visitas a Ghirardelli (sí, fuimos varias veces!), podéis verlo en el blog Callejeando por el mundo, donde está todo fantásticamente explicado.



domingo, 24 de marzo de 2013

El comienzo

  Dicen que todos los comienzos son difíciles, y el de mi blog no iba a ser menos. Me encanta la repostería y la idea de publicar mis galletas, tartas, etc llevaba tiempo rondándome y, con muchos ánimos de mis amigos, toca sacudirse la pereza  y darle forma. Para empezar, un blog necesita un nombre, un nombre que no esté aún registrado, y eso, con los miles de blogs que hay, no es moco de pavo. El nombre del blog, a mi entender, debe significar algo para su creador, y yo al final me decidí a jugar con una de mis escenas de película favoritas, la de Audrey- Holly desayunando frente al escaparate de Tiffany's en la Quinta Avenida, en una de mis ciudades favoritas, Nueva York.

  Los comienzos de Audrey tampoco fueron fáciles. Durante la segunda guerra mundial vivió en Holanda, donde estudió piano y ballet.. Al finalizar la guerra, continuó sus estudios en Londres, pero su mala situación económica le hizo plantearse actuar, profesión que estaba mejor pagada que bailar, y así fue como empezó su carrera, con pequeños papeles en películas y musicales hasta que dio el salto a Hollywood con Vacaciones en Roma.
En 1961, su papel de Holly Golightly, (inicialmente escrito para Marilyn!) la convirtió en icono del cine americano.Cuando la entrevistaron sobre su papel, dijo:
"Soy introvertida. Actuar para ser una chica extrovertida es la cosa más difícil que he hecho en mi vida."

  Así que aquí comienza el blog. Primera receta, entonces!!! Receta americana, con uno de los ingredientes americanos por excelencia: la crema de cacahuete.

COOKIES DE CREMA DE CACAHUETE



Para las cookies de crema de cacahuete necesitamos:

125 g de mantequilla blanda
200 g de crema de cacahuete (yo de la variedad crunchy, con trocitos)
1 huevo grande
125 g de azúcar blanca
125 g de azúcar moreno
300 g de harina + una pizca de sal
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de vainilla
150 g de chocolate en gotas

Precalentamos el horno a 180º, por arriba y por abajo.
Batimos la mantequilla con la crema de cacahuete hasta que esté cremoso. Añadimos los dos tipos de azúcar y batimos hasta que se integren. Añadimos el huevo y la vainilla y seguimos batiendo hasta integrarlo. Echamos la harina mezclada con la sal y el bicarbonato en dos veces. Añadimos las gotas de chocolate y lo amasamos un poco.
Hacemos bolas y las ponemos en la bandeja del horno, aplastándolas un poco porque con el bicarbonato van a crecer un poco al cocer. Las horneamos unos 12 minutos y las sacamos cuando aún están algo blandas, ya que terminan de endurecer fuera y si las dejamos dorar más, perderían esa textura un poco chiclosa, que los americanos llaman "chunky" y que está taaaaaan buena...



Empaquetadas para llevar!