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sábado, 31 de octubre de 2015

Cupcakes de calabaza para Halloween



¡Llego a tiempo justita para dejaros mi receta de halloween de este año! Y es que, desde que me he mudado a Oviedo se me escapa el tiempo, y entre semana casi nunca horneo nada... Pero aquí están mis cupcakes de calabaza, con su cremita de mascarpone y sus pequeños toppers de fantasmas, recién preparados para nuestra fiesta de halloween, en la que, además, aprovecho para celebrar mi cumpleaños.

Me apetecía muchísimo hacer una merienda temática por halloween y aprovechar para decorar la casa, disfrazarnos un poco y ver pelis de miedo. (¡Síííí, también eso!) Así que mi hermana y yo llevamos un par de semanas reuniendo cosillas como esqueletos de plástico, pelucas, manteles, máscaras y un poco de todo para el atrezzo. La semana que viene, aunque llegue tarde, os pondré otra receta halloweenera, ¡que nos sirve para el año que viene!

Los cupcakes son bastante grandes, y me han salido quince con los ingredientes que os indico. La calabaza la puse asada, que suelta menos agua. La asé ayer en el horno, aprovechando que lo encendí para otra cosa. El peso de la calabaza en crudo era de 220 g, que tras el asado, al perder agua, se han quedado en 150. Si en lugar de asada la ponéis cocida, recordad escurrir bien el puré, para que el exceso de agua no nos arruine la receta.


Para los cupcakes de calabaza:

miércoles, 21 de octubre de 2015

Cake de calabaza y nutella



¡Ya es tiempo de calabazas! Y no sólo nos sirven para hacer cremas de verduras , también nos valen para elaborar deliciosos postres, como esta tarta de calabaza que os enseñé el año pasado, o como el bizcocho que os propongo hoy.

Y es que este cake está de muerrrrrte lenta, queda denso y jugoso gracias a la calabaza, y encontrarte con los remolinos de nutella es una delicia...


Para el cake de calabaza y nutella:

viernes, 16 de octubre de 2015

Galette de higos



Aprovechando los últimos higos de la temporada, se me ocurrió preparar esta galette: una masa ligeramente  azucarada rellena con los higos y regada con un poquito de miel.

No es muy dulce, porque este tipo de higos, rojos por dentro, ya lo son, pero el toque de miel les viene fenomenal. De primeras, pensé en ponerle también un poco de queso de cabra, pero al final dejé esa idea para otro día. (¿Una pizza con jamón, queso de cabra e higos, por ejemplo? ¡Ñam!)


Para la masa de la galette:

viernes, 9 de octubre de 2015

Cake de nata y canela



¡Hornos preparados...! ¡Cake en marcha! Y es que este cake de nata y canela no os lo deberíais perder. Reconozco que no soy objetiva, porque a mí me encanta la canela y se la echo hasta al café de desayuno, pero de verdad que da gusto comerse un pedazo de este cake y notar el sabor a canela y azúcar moreno, casi como si fuera un cinnamon roll.

La receta está basada en una del libro de Bea Roque, pero adaptada a lo que yo tenía en casa. (Es decir, con menos nata y más huevo) Como la mayorñia de los cakes, gana mucho con el reposo de un día para otro, así que lo podéis hacer esta noche y dejarlo listo para alegraros el desayuno de mañana.


Para el cake de nata y canela:

Azúcar de canela:
   50 g de azúcar morano
   40 g de azúcar blanco
   2 cucharaditas de canela
   1 pizca de nuez moscada

Para la masa:
   125 g de mantequilla, blandita
   160 g de azúcar
   3 huevos grandes
   270 g de harina
   1 sobre de levadura química, tipo royal
   200 ml de nata

Precalentamos el horno a 180º. Engrasamos un molde de cake, o mejor aún, lo forramos con papel de hornear para desmoldarlo mejor.
Mezclamos todos los ingredientes del azúcar de canela en un bol.

Batimos unos minutos la mantequilla con el azúcar hasta que esté esponjosa.(En thermomix, con mariposa: 3 minutos a velocidad 3.)
Vamos añadiendo los huevos uno a uno, sin dejar de batir a la misma velocidad, batiendo más o menos un minuto entre huevo y huevo.
Cuando estén integrados, añadimos la mitad de la harina y la levadura (si usamos thermomix, retiramos antes la mariposa) y batimos diez segundos. Agregamos la nata y repetimos. Echamos el resto de harina y levadura y batimos otros diez segundos hasta integrarlas.

Vertemos en el molde un tercio de la masa (más o menos) y espolvoreamos la tercera parte del azúcar de canela que teníemos reservado. Repetimos de nuevo: masa, azúcar y masa, azúcar.
Con un cuchillo, hacemos un zigzag en la msa, una sola vez.


Horneamos 45-50 minutos. (A los 30 minutos, podemos abrir un poco el horno y tapar con papel de aluminio si vemos que la superficie se tuesta mucho.)

Dejamos enfriar diez o quince minutos en el molde y desmoldamos. Si hemos forrado el molde con papel de hornear, sólo tenemos que tirar de los extremos y así no llenaremos la mesa de azúcar.
Cuando esté totalmente frío, partimos y lo disfrutamos...


Y este año vuelvo a participar en el Amigo Invisible Gastronómico navideño que organiza Jessica del blog Decogalletas. A mi amig@ invisible de este año, sólo decirle que seguro que acertará, porque me encanta todo lo relacionado con la cocina y la repostería y los viajes: libros, moldes...
Yo, mientras tanto, me pondré a pensar en lo que haré para mi amig@ invisible, porque uno de los regalos siempre es algo hecho por nosotros mismos...


viernes, 2 de octubre de 2015

Tarta kitkat



¿Todos listos para el fin de semana? ¿Preparamos una tarta? ¡No hay excusas, ni siquiera tendréis que encender el horno! llevaba tiempo queriendo hacer esta tarta con kitkat, me parece muy vistosa y es de las que dan poco trabajo : base de galletas, (que es opcional, si te saltas este paso, aún más fácil) tarta de chocolate con cuajada de las que casi se hacen solas, y un adorno vistoso y muy rico: kitkats y fideos de chocolate.

No os remito a ninguna receta porque la he hecho un poco a mi manera, adecuando cantidades para utilizar mi molde desmontable de lekue. Me lo compré online en unas rebajas y estoy encantada, porque cuando la tarta o la quiche están listas, le quitas el aro de silicona y ya se queda presentado en el platito de cerámica... Así que me viene genial para transportar la tarta para un viaje, o simplemente para no tener que pasarla a una fuente de servir bonita. Y no pierde nada de líquido, como les pasa a veces a los moldes desmontables metálicos. Con el tiempo, acabaré comprándome también el rectangular...


Bien, vamos con la tarta kitkat: