"Donuts" caseros en panificadora

Hoy me he despertado tempranísimo, y la mañana me está cundiendo tanto que me he puesto a escribir la receta de los donuts que hice ya hace un par de semanas.
No soy mucho de bollería, me gustan más los bizcochos, pero reconozco que estas donas son una delicia... Y ¡sorpresa! Como salen un montón, el día que las hice congelé unas cuantas, y cuando las probamos descongeladas, resultó que estaban aún más tiernas.

Es importante no freírlos demasiado: la gracia está en que nos queden unos donuts tiernos y esponjosos como nubecitas... También podéis hornearlos, pero a mí personalmente me han gustado más los fritos.

Si no tenéis semillas de cardamomo, probad a ponerles vainilla. Yo he infusionado la leche con seis o siete semillas de cardamomo, y la he dejado enfriar antes de hacer la masa.

Para los donuts: 

Prefermento: 100g de harina de fuerza +100ml de leche +2 g de levadura seca de panadero (o 6g si es fresca)

Mezclamos todo en un bol ayudándonos con un tenedor, tapamos y dejamos reposar un par de horas. (Pueden ser más, si queréis, incluso toda la noche, aunque en este caso, en verano es mejor que lo guardéis en la nevera y lo saquéis media hora antes de utilizarlo para que atempere.)

Resto de ingredientes de la masa:
  400 g de harina de fuerza
  150 ml de leche tibia
  1 huevo grande
  50 g de mantequilla blanda
  60 g de azúcar
  30 g de miel
  1 cucharadita de sal
  6-7 semillas de cardamomo (o media vaina de vainilla)
  Ralladura de medio limón (opcional)

Calentamos la leche con las semillas de cardamomo, o con la vaina de vainilla abierta y raspada. Dejamos entibiar. Colamos.

Panificadora: Ponemos en la cubeta de la panificadora la leche, la miel, la mantequilla, la ralladura de limón, el huevo batido, el azúcar y el prefermento. Añadimos la harina, y encima de todo la sal.
Ponemos el programa "Masa" que amasa y leva. (Yo tengo la del Lidl antigua, que es el nº6)

Cuando termine, sacamos la masa, desgasificamos y estiramos hasta que tenga un grosor aproximado de 1cm. Cortamos los donuts y los dejamos levar de nuevo, más o menos una hora.

Yo utilicé unos cortadores que pedí a Aliexpress, pero podéis cortarlos con dos cortadores circulares, o con un vaso grande (tipo de sidra) y un tapón de botella.
Yo estiro la masa sobre papel de hornear, y después recorto las porciones de papel con los donuts para echarlos a freír con papel y todo. Así se deforman menos al darles la vuelta, ¡el papel nos ayuda!
Cuando les demos la vuelta con una espumadera, retiramos el papel, teniendo cuidado de no quemarnos.

Para freír, utilizo aceite de girasol, que no deja sabor. Poned el aceite a una temperatura media, para que no se doren mucho y queden bien tiernos. Os dejo una foto para que veáis el color: para mi gusto están un pelín demasiado dorados.

Los ponemos a escurrir sobre papel de cocina. Cuando enfríen, los glaseamos o los bañamos con chocolate fundido.
Para el glaseado blanco, mezclé azúcar glas con una cucharada de mantequilla fundida y dos de agua, y los pincelé dos veces con esta mezcla.
Para los de chocolate, lo fundimos en un cuenco al microondas o al baño maría, sin añadirle nada. Sumergimos la parte de arriba de los donuts en el cuenco y los ponemos a escurrir para que solidifique.

Si preferís hornearlos, precalentad el horno a 180º y en 10-12 minutos los tendréis listos.

Como os decía, salieron tantos que congelé varios, envueltos individualmente en film transparente, ya con el glaseado seco.
Para descongelarlos, los sacáis a temperatura ambiente y veréis qué tiernos y ricos están.