¡Otra receta de muffins! Y van dos seguidas. También tengo pendiente escribir una receta de tarta, pero sus fotos aún están en la cámara y me da una pereza terrible pasarlas al ordenador, así que primero les toca ver la luz a estos muffins.
Esta es una receta de aprovechamiento, de esas tipo "¡pero qué madura se está poniendo esa pera..!" Y es que a mí no me gusta la fruta muy madura, y en cuanto se pasa "del punto" ya la utilizo para bizcochos, compota o batidos.
En lugar de azúcar les he puesto stevia. Cuando se la echo a los bizcochos, procuro añadir también miel, agave o una cucharada de azúcar, porque la stevia sola al hornearse me resulta un poco amarga.
No todas las stevias que se comercializan tienen la misma pureza. Esta sí, así que con esta cantidad me resulta suficiente. Dependiendo de la que uséis, tal vez tengáis que añadir algo más, si os gustan las magdalenas muy dulces.
He puesto harina de avena. Si no la encontráis en el supermercado, podéis hacerla en casa triturando copos de avena. O podéis cambiarla por otra harina que os guste: trigo, espelta, arroz...
Para los muffins de pera y canela:
2 huevos
1 cucharada de miel o sirope de agave
1 cucharadita de stevia
100 ml de leche (yo sin lactosa)
2 cucharadas de aceite de girasol, o la que uséis
100 g de harina de avena
25 g de almendra molida (o más harina, si no tenéis)
1/2 sobre de levadura química, tipo royal
1 pera pelada y cortada en cuadraditos
1 cucharadita de canela molida
Precalentamos el horno a 170º.
Batimos un minuto los huevos con la leche, la miel, la stevia y el aceite. (Yo en thermomix a velocidad 3) Añadimos harina, canela, almendra y levadura y batimos unos segundos para integrarlos. Agregamos la pera en trocitos, mezclamos con la espátula y repartimos en los capacillos de papel.
Espolvoreamos un poco de canela (y un poco de azúcar si queréis una superficie algo crujiente) y horneamos 25-30 minutos.
Con estas cantidades me han salido seis.
Me declaro muy fan de las combinaciones de fruta y canela en muffins y bizcochos, y el aroma en la cocina al hornearlos es una pasada.
Ciertamente la fruta les aporta una jugosidad extra y un sabor increíble. Tomo nota. Besines!!!
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