Melindres

Hoy os traigo la receta de los dulces que nos compraban de niñas en las fiestas, esas rosquillas recubiertas de glaseado, típicas de Galicia.

La encontré cuando buscaba recetas para aprovechar yemas sobrantes de otra receta, y la adapté a la cantidad que tenía, cinco. Como no tenía mantequilla, utilicé aceite de girasol.
Las recetas originales no llevan azúcar en la masa, sólo en el glaseado. Yo le añadí dos cucharadas, porque no me convencía eso de no ponerles nada, y quedaron muy ricas. (¡Con tanto cambio, vamos a llamarlos "melindres a mi manera"!)

Con estas cantidades me han salido 27, para que os hagáis una idea del tamaño, si probáis la receta.

Para los melindres a mi manera:

5 yemas M
25 g de aceite
80 g de anís
2 cucharadas de azúcar
240 g de harina (la mía era de fuerza)
Una pizca de sal

Mezclamos yemas, anís y aceite. (Yo en Thermomix, 30 segundos a vel.3) Añadimos azúcar y batimos 30 segundos más.
Agregamos la harina con la sal en dos veces. (6 segundos, vel.4)
Hacemos una bola, la envolvemos en film y dejamos reposar una hora a Tª ambiente.

Hacemos bolitas, las rodamos entre las manos para hacer churritos finos y los unimos formando roscas que dejamos en la bandeja del horno, sobre una lámina de papel de hornear. Dejamos reposar 30 minutos.

Precalentamos el horno a 210º. Horneamos 15 minutos. Dejamos enfriar.
Mientras, preparamos la glasa, que es un almíbar a punto de hebra.

Para la glasa:

170 g de azúcar
80 g agua
1 piel de limón

Hacemos un almíbar a punto de hebra poniendo todo en un cazo y cociendo unos 11-12 minutos desde que hierva. (Al tocar el almíbar con dos dedos y separarlos debe quedar como un hilo entre ellos)
En Thermomix: todo al vaso y programamos 11 minutos, varoma, vel.2 con cubilete puesto.

Dejamos enfriar el almíbar 2-3 minutos. Ponemos las rosquillas en un bol, volcamos encima el almíbar (sin la peladura de limón) y removemos bien para impregnarlas. Con un tenedor, las vamos sacando a la bandeja, sobre un papel de hornear, para que se sequen.