Tomates y pimientos al horno con provolone y pesto

Ya sé que últimamente tengo el blog un poco abandonado, y desde hoy me he propuesto hacerle un poquito más de caso. Así que regreso con una receta salada (sí, salada,¡increíble!) ideal para solucionar las cenas veraniegas. Y es que es un gustazo lo de poder cenar en la terracita con una copa de vino, aunque precisamente hoy tengamos un día lluvioso en Asturias.

A veces, lo más sencillo es lo mejor, y este plato se pasa de sencillo. Es tan fácil y agradecido, que sólo requiere una fuente para el horno, o la misma bandeja cubierta con un papel de hornear.
Si os queréis ahorrar un paso, el pesto podéis comprarlo hecho, como he hecho yo, si no os apetece triturar la albahaca con ajo y piñones en un mortero. El provolone también lo podéis calentar en el microondas en lugar de en el horno, o sustituírlo por una bola de mozzarella o burrata, y servirlas frías.

Para la ensalada de tomates y pimientos al horno:

3 pimientos (yo puse uno rojo y dos amarillos)
4 tomates de rama, 1 tomate corazón de buey y unos cherrys
3-4 dientes de ajo
aceite de oliva, sal y pimienta
1 rodaja de provolone y unas hojas de albahaca o un bote de pesto.

Precalentamos el horno a 200º. Lavamos los pimientos, los partimos en cuatro quitándoles las semillas y los ponemos en una fuente apta para horno, o en la bandeja cubierta de papel de hornear. Añadimos los tomates lavados y enteros (si ponéis del tipo corazón de buey, partidlo al medio o en cuartos, por ser más grande) y los dientes de ajo sin pelar. Echamos un chorro de aceite, sal y pimienta y horneamos 15-20 minutos a 180º.
Ponemos el provolone en una cazuelita de barro y lo metemos al horno con los tomates los últimos diez minutos, o lo fundimos un poco en el microondas, dos minutos a potencia máxima. Yo le puse por encima unas hojas de albahaca y pimienta negra molida.
Emplatamos la ensalada, decoramos con unas cucharaditas de pesto y servimos con el queso y un buen pan.¡Y a disfrutar!