Llego a tiempo para una última receta express de Halloween: una tarta "Jack Skellington" salada o dulce, tú decides. ¡Sólo tienes que cambiar el relleno!
Yo la he rellenado con pollo desmechado y salsa de tomate, pero admite casi cualquier cosa: jamón y queso, atún con tomate, dulce de leche, nutella, compota de manzanas...
Es una receta tan fácil y "tonta" que casi me da vergüenza ponerla aquí, pero aprovechando que le he hecho unas fotos para instagram, la subo para que también quede en el blog.
Ingredientes:
2 láminas de masa brisa
Pollo cocido o asado desmechado
Sofrito de tomate y cebolla
Huevo batido para pintar (opcional)
Precalentamos el horno a 180º.
Desenrollamos una lámina de masa y la ponemos en un molde o en la bandeja del horno, sobre el papel de hornear en el que viene envuelta.
Ponemos encima el pollo mezclado con el sofrito (tiene que estar frío, no recién hecho.) o el relleno que hayáis elegido, sin llegar al borde de la lámina de masa.
Desenrollamos la otra lámina de masa y, con un cuchillo puntiagudo, recortamos los ojos, nariz y boca.
Cubrimos la tarta con esta lámina y ajustamos bien los bordes utilizando un tenedor o apretándolos con los dedos.
Pincelamos con huevo batido. (No es imprescindible, pero queda más doradito.)
Horneamos unos 30 minutos.
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