¿Y por qué galletas de limón-cello? Pues porque mi idea era ponerles un poco este licor, cosa que, en efecto, hice. Peeeero a la hora de comerlas vimos que no se les notaba casi el sabor.
Así que, dos opciones: o bien les ponemos más cantidad de licor que las tres cucharadas que os indico (pero ¡ojo! habrá que aumentar un poquito la harina) o en lugar de limoncello les ponemos zumo de limón, que da más sabor, y así tendremos unas galletas apta para todos los públicos. (¡Aunque con la cantidad tan pequeña de licor que llevan, tampoco nos van a emborrachar!)
Para el acabado de estas galletas, tenemos varias opciones:
Unas las dejé sin nada, tal cual estaban horneadas.
Otras las cubrí con un glaseado hecho con limoncello (o zumo) y azúcar glas.
A otras, en la bandeja del horno, en lugar de aplastarlas con la mano les hundí el centro con dos dedos y en el hueco puse un poco de mermelada de fresa antes de hornear. (Foto más abajo)
De manera que con la misma masa, hice tres clases de pastas. Cada una ha tenido sus adeptos. Otra opción sería ponerles en el hueco un poco de crema de cacao en lugar de mermelada...
(Eso sí: las galletas con mermelada prefiero hacerlas más pequeñas y gorditas y utilizar esta otra masa que lleva dos yemas y un poco de maicena, y la textura cambia muchísimo.)
Para las galletas de limón-cello:
165g de mantequilla (blanda, en pomada)
165 g de azúcar
1 huevo
3 cucharadas de limoncello o zumo de limón
Ralladura de medio limón
340g de harina
1 cucharadita de bicarbonato (si no tienes, no pasa nada)
Tradicional: batimos la mantequilla blanda con el azúcar durante tres o cuatro minutos, hasta tener una crema esponjosa. Añadimos el huevo y seguimos bartiendo. Agregamos la ralladura de limón y el licor o zumo y batimos para integrarlos. Vamos añadiendo la harina con el bicarbonato y amasamos, formamos una bola y la metemos un rato en la nevera para trabajarla mejor.
Thermomix: ponemos en el vaso el azúcar con la piel de medio limón, procurando no coger parte blanca, y trituramos 20 segundos en velocidad 5-7-9. Ponemos la mariposa, añadimos la mantequilla blanda en trocitos y programamos 3 minutos a velocidad 3. (Yo por el medio para una vez la máquina para bajar la mantequilla de las paredes con la espátula)
Añadimos el huevo y el limoncello o el zumo y batimos un minuto a la misma velocidad.
Retiramos la mariposa, bajamos la masa de las paredes con espátula, echamos la mitad de la harina con el bicarbonato y programamos 10 segundos a vel.6. Añadimos el resto de harina y repetimos.
Sacamos la masa, terminando de amasarla un poco con las manos, hacemos una bola y la guardamos media hora en la nevera para trabajarla mejor.
En invierno puede que no haga falta el paso de meterlas en la nevera, pero yo creo que las galletas quedan mejor cuando la masa está fría: se deforman menos en el horno.
Sacamos la masa de la nevera y vamos haciendo bolitas. Las ponemos en la bandeja del horno, sobre papel de hornear y las aplastamos un poco. Les ponemos encima un pellizquito de azúcar.
Si queréis hacer las de mermelada, aplastad sólo el centro con dos dedos y ponedles media cucharadita en el hueco.
Horneamos unos 12 minutos. (Recordad que las galletas al enfriar endurecen más; al sacarlas tienen que estar aún un pelín blanditas al tocarlas.)
Dejamos enfriar un minuto en la bandeja y las pasamos a una rejilla o un plato para que enfríen del todo.
Si queréis ponerles glaseado, hacedlo cuando estén frías. (Sería mezclar dos cucharadas de licor o zumo con una taza de azúcar glas para que nos quede una consistencia de natillas espesas.)
Otra buena opción sería derretir chocolate blanco y bañar la mitad de cada galleta.Este tipo de chocolate y el limón combinan muy bien.
Uummmmmmm que ricura de galletas seguro que estan de muerte relenta no lo siguiente.
ResponderEliminarBicos mil y feliz semana wapa.
Gracias Chus!!
EliminarY si no las mojamos en el Limoncello y listo!!!, jajaja....Bien buenas tienen que estar. Besines!!!
ResponderEliminarBien pensado, ¡¡¡el limoncello que no falte!!!
Eliminar