Pastel Vasco con manzana

Cada vez que voy de viaje a alguna parte, no me conformo sólo con probar la gastronomía del lugar, también tengo que traerme algo típico de allí. Cuando estuve en Bilbao, le tocó el turno de venirse a Asturias al pastel vasco, que me encantó, y desde entonces le doy vueltas a la idea de prepararlo.

Este postre es originario del País Vasco francés y consiste en una masa dulce con almendra, rellena de crema pastelera, aunque en algunas zonas le ponen también mermelada. Como el mío lleva un toque asturiano, le añadí compota de manzana. En otra ocasión prepararé la versión que compré en una pastelería de las Siete Calles, sólo con crema y realmente delicioso... ¡Me costó mucho no empezar a comérmelo en el viaje de vuelta!!

Para la masa:

200 g de mantequilla en pomada (blanda)
250 g de harina
50 g de almendra molida
160 g de azúcar
1 huevo 2 cucharadas de ron

Ponemos los ingredientes "secos" en forma de volcán, echamos en el medio el huevo, el ron y la mantequilla en cubitos y amasamos hasta formar una bola que dividiremos en dos, una un poco mayor que la otra.
Si tenemos thermomix, echamos todos los ingredientes al vaso y mezclamos 40 segundos en velocidad 6, ayudándonos de la espátula.
Lo metemos en la nevera mientras preparamos la crema y la compota.

Para la crema pastelera:

400 ml de leche
2 huevos
2 cucharadas de ron
90 g de azúcar
1 cucharadita de vainilla
40 g de maicena


Ponemos en un cazo al fuego la leche con la vainilla. En un bol, batimos los huevos con el azúcar, la maicena y el ron y, cuando la leche hierva, lo vamos añadiendo poco a poco al cazo, removiendo para que espese.
Con Thermomix: Ponemos todo en el vaso y programamos 8 minutos a 90º y velocidad 4.

Para la compota de manzana:

2 manzanas (yo puse reinetas, mis favoritas) peladas y troceadas
2 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de agua
1/2 cucharadita de canela molida

Ponemos todo en una sartén a fuego medio y cocemos hasta que los cuadraditos de manzana ablanden.

Montaje:

Estiramos la bola grande de masa y cubrimos el fondo y los bordes de un molde de tartaleta. (El mío es desmontable) Rellenamos con la crema pastelera, repartimos por encima la compota de manzana y cubrimos con la masa restante.
Pincelamos con huevo batido y espolvoreamos almendras laminadas y un poco de azúcar. (En el pastel vasco original, simplemente hacer unas rayas en la masa con un tenedor)
Horneamos 45 minutos a 180º, con el horno precalentado.

Yo, como de costumbre, lo probé mientras aún estaba caliente... Y estaba buenísimo!!! Si llega a mañana, me imagino que estará aún mejor, más reposadito...