Rosquillas de leche condensada

Hace tiempo que quería probar a hacer las rosquillas con leche condensada. La tenía apuntada en una de las libretas de recetas más viejas que guardo, pero al final siempre acababa haciendo la receta de mi abuela, la "de toda la vida", con aceite, leche y anís. Como siguen sin arreglarme el horno, tengo que quitarme el "mono" de hacer dulces con recetas que no lleven horneado, así que me puse por fin con esta receta de rosquillas.
La receta que tenía anotada sólo llevaba huevos, leche condensada y harina con levadura. Yo sólo le puse como ingredientes extras ralladura de naranja, vainilla y bicarbonato. Conste que no me tenía muy contenta eso de no ponerle anís a las rosquillas, porque llevo toda la vida viendo a mi madre y a mi abuela echárselo, pero el resultado fue bueno, con ese toque a naranja que tenían.

Para las rosquillas de leche condensada:

2 huevos
200 g de leche condensada
240 g de harina
1 cucharadita de vainilla
Ralladura de una naranja
1 cucharadita de royal
1/2 cucharadita de bicarbonato.

Mezclamos la harina con el roya y el bicarbonato en un bol. En otro, batimos los huevos con la leche condensada, la vainilla y la ralladura de naranja. Le vamos añadiendo la mezcla de harina, batiendo hasta tener una masa que no se nos pegue a los dedos. (Puede necesitar una cucharada más de harina, si los huevos eran grandes.)
Con thermomix: Mezclamos la harina, el royal y el bicarbonato 20 segundos a velocidad 3 y reservamos en un bol. Ponemos la mariposa y batimos los huevos con la leche condensada, la vainilla y la ralladura de naranja 5 minutos a vel. 3 y 1/2. Quitamos la mariposa, añadimos la mezcla de harina y batimos 10 segundos a velocidad 4.

Hacemos bolitas de masa y las agujereamos con el dedo. (O hacemos tiras y las unimos formando las rosquillas.) Freímos en abundante aceite caliente y les espolvoreamos azúcar glas. Para los muy chocolateros, las bañamos en chocolate fundido.