Cheesecake de yogur con manzana

Esta es otra de las recetas que tenía pendientes de compartir con vosotros, así que os la pongo hoy por si estáis pensando en hacer un postre para el puente de este fin de semana. (Yo lo trabajo enterito, pero tengo pensado hacer una tarta y un tiramisú enorme para llevarlo mejor)
La tarta que os traigo queda muy suave y cremosa, gracias a los yogures griegos,que yo he usado unos griegos desnatados y edulcorados, cosa que suena muy contradictoria, pero que sepáis que están buenísimos. Si los encontráis, y los usáis para esta receta, reducid la cantidad de azúcar y poned sólo 50 gramos, porque la cantidad que os pongo en los ingredientes es para yogures sin edulcorar.
Como me gustan las tartas altas, he utilizado un molde desmontable de 18 cm de diámetro.

Para la cheesecake:

Base de galletas:
   200 g de galletas (usé creme junior de gullón, ¡me encantan! Para una versión sin gluten, usad unas galletas sin gluten, claro)
   2 cucharadas de mantequilla fundidas
   2 cucharadas de leche

Trituramos las galletas. (Lo hice en Thermomix, 5 segundos a velocidad 7) Añadimos el resto de los ingredientes y mezclamos. (TMX: 5segundos, vel.5)
Forramos con esta mezcla el fondo y los laterales de un molde desmontable. Yo pongo previamente papel de hornear en el fondo, para desmoldarla mejor. Reservamos en la nevera mientras preparamos el relleno.

Relleno:
   2 yogures griegos
   300 g de queso de untar (yo usé philadelphia light)
   2 huevos
   1 cucharadita de vainilla
   150 ml de leche
   120 g de azúcar
   45 g de maicena
   1 manzana grande

Precalentamos el horno a 170º.
Pelamos la manzana y la cortamos en gajos finos. Podemos echarles unas gotas de zumo de limón y removerlos, para que no se oscurezcan.
Batimos el queso con los yogures, el azúcar y la vainilla a velocidad baja, para no meter mucho aire. Añadimos los huevos, la leche y por último la maicena. (Con Thermomix: batimos todo junto 20 segundos a velocidad 3)

Sacamos el molde de la nevera. Sobre la base de galleta, disponemos unos pocos gajos de manzana. Volcamos encima la crema de relleno. (Los gajos subirán y quedarán por el medio de la crema)
Colocamos por encima el resto de la manzana, cubriendo toda la superficie, y espolvoreamos sobre ella una cucharada colmada de azúcar, para que se caramelice un poco en el horno.
Horneamos una hora. La dejamos 15 minutos más dentro del horno, ya apagado. (Si utilizáis un molde mayor, la tarta no será tan alta, y tardará algo menos en hornearse)

Al sacarla del horno, podemos pincelar la superficie con almíbar para que brille. (O con una cucharada de mermelada de melocotón rebajada con una de agua y calentadas 30 segundos en el microondas)

Esperamos a que enfríe para desmoldarla. Está más rica totalmente fría, es ideal para dejarla una noche en la nevera y tomarla al día siguiente.