Llega San Valentín y, con ello, la excusa perfecta para sacar los moldes de corazones que tengo por casa. (Curiosamente, después vuelvo a olvidarme de ellos hasta el año siguiente.)
Esta vez me encontré con este molde de silicona que no recuerdo haber usado más de un par de veces, y es una pena, porque es comodísimo de desmoldar. En teoría no es necesario engrasar los moldes hechos de este material, pero si tienen muchos recovecos, como este, yo siempre los pincelo ligeramente con aceite de girasol, para que no me den malas sorpresas.
En el blog tengo muchas recetas de bizcochos, muffins y tartas con zanahoria, porque son mis preferidos, pero creo que aún no había hecho ninguno vegano, sin huevo ni leche. Este tipo de bizcocho no queda tan esponjoso como los que llevan huevos bien batidos, pero si os gustan del tipo denso y húmedo, tenéis que probarlo.
Le he puesto unas nueces troceadas y pasas de uva, pero son opcionales. A mí, personalmente, me gusta encontrarme los trocitos.
Si queréis ponerle algún glaseado típico de la carrot cake, en el mercado existen ya varios tipos de quesos de untar veganos. Yo lo prefiero sin nada por encima, o con un poco de azúcar glasé. También podéis mezclar el azúcar glasé con un poco de agua para hacer baño blanco.
Para el bizcocho de zanahoria vegano: