Parece mentira que con la cantidad de veces que he estado en América, haya tenido que probar los huevos benedict en París... Les tengo ganas desde la primera vez que estuve en Nueva York, donde hay taaaantas cosas que ver y hacer, que no encontramos el momento para tomar un brunch neoyorkino... Así que, sabiendo que en la zona del Marais, cerca de nuestro hotel, teníamos un restaurantes especializado, (que de hecho, lleva su nombre, Benedict) me dije que esta vez, tocaba.
Benedict está en el número 19 de la rue Saint Croix de Bretonnerie. Es un bistró francés moderno, de entrada sobria y bonito interior, atendido y frecuentado por gente joven, un ambiente muy animado.
Yo escogí los huevos a la nórdica, con salmón ahumado, (el señor de la casa pasó del tema y se pidió unos Linguini con albóndigas) que vienen acompañados de un cuenco de ensalada con ese aliño a la francesa (lleva mostaza!) que tanto me gusta.
Hay mucha leyenda sobre el origen de este plato. Mi favorita es la que dice que la inventó un corredor de bolsa neoyorkino con resaca, buscando el mejor remedio. Para ello pidió una tostada con bacon, huevos escalfados y salsa holandesa. No sé si consiguió su objetivo, pero en el restaurante (se dice que era el del Waldorf!) adoptaron el plato y lo incluyeron en el menú, bautizándolo con el apellido del broker.
En París, me sirvieron los huevos benedict sobre unos blinis. Yo para la receta preferí usar los tradicionales muffins ingleses, abiertos al medio y tostados, pero para no complicaros la vida podéis utilizar pan de molde, cortado redondo para darle la forma de los huevos, y tostado.
Sobre estas rebanadas, colocamos bacon pasado por la sartén, o salmón ahumado, y ponemos encima los huevos, cubriendo todo con la salsa holandesa.
Para los huevos benedict:
Blinis, muffins ingleses o círculos de pan de molde tostado (para la base)
Bacon o salmón ahumado
Huevos (los escalfamos 4 minutos en agua hirviendo. Yo los hago en paquetitos para que queden redondos: pincelo film transparente con aceite, lo pongo en una taza, casco el huevo dentro y cierro el paquetito con un alambre de los que vienen con el pan de molde, que ya los guardo para esto)
Salsa holandesa: (para 5-6)
180 g de mantequilla (uso margarina light)
15 g de agua
3 yemas
15 g de zumo de limón, o de vinagre de estragón
sal, pimienta. Estragón o hierbas prrovenzales, si queréis
Fundimos la mantequilla en un cazo. Dejamos que enfríe un poco. Cuando esté templada, batimos en un cuenco las yemas y vamos añadiendo poco a poco la mantequilla fundida tibia, y el resto de los ingredientes, sin dejar de batir hasta tener una crema fina.
Con thermomix: Fundimos la mantequilla 3 minutos a 60º y vel.4. (Verificamos que está fundida removiendo con la espátula, así ayudamos a fundir algún trocito que quede por el centro.) Volcamos encima el agua, vinagre o limón, yemas, sal, pimienta y estragón y programamos 3 minutos, 70º, vel.4. Si la queréis más espesa, repetimos un minuto más. La vertemos en una jarrita rápidamente para que no siga cuajando al calor del vaso.
Para montar el plato, ponemos el salmón o el bacon pasado por la sartén sobre los muffins o pan de molde tostado. Colocamos encima el huevo escalfado, y cubrimos con salsa holandesa caliente.
Acompañamos de ensalada verde, aliñada con vinagreta "a la francesa": aceite, vinagre, sal y mostaza batidas. Y a disfrutar...
Me encantan!!!! Y ahora que tengo la receta que toca los probaré!!! Y la salsa mousseline me chifla!!! Mmmm
ResponderEliminarBuen finde!!! Besitos
Buen día Paula un paseo precioso y una receta ideal. A mí me ha encantado, nunca la probé así que ya me guardo la receta para hacerla en casa.
ResponderEliminarBesos y feliz sábado.
A mi me vuelven loca, es uno de mis platos favoritos y no lo veo demasiado complicado de hacer la verdad. Un beso
ResponderEliminarQue buena pinta. Siempre he querido hacerlos, pero luego por una cosa u otra no los he hecho. A ver si me animo pronto.
ResponderEliminarUn saludo :)
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