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viernes, 19 de febrero de 2021

Maritozzi

 


No sé si habéis visto estos días las fotos de la acrópolis nevada. Pues yo nunca he estado en Grecia (aún) pero, por asociación de ideas, viendo esas imágenes me acordé de nuestro viaje a Roma (coliseo, foro, panteón... Ya sabéis) y de sus maritozzi.

El maritozzo (en singular) es el dulce típico de la capital italiana, un brioche, parecido a nuestros suizos, relleno de nata. El nombre viene de la costumbre que tenía el novio, futuro "marito" (marido) de regalarlo a su prometida en señal de amor, y muchas veces escondía una alianza en su interior. Aunque son más típicos de la cuaresma, en Roma los hacen todo el año, y los rellenos han evolucionado desde la tradicional nata montada a un montón de cremas y toppings... De hecho, recuerdo que tomamos uno que llevaba pistacho.



Yo he rellenado unos con la típica panna (nata montada) y otros con nata chocolateada. Estos últimos han sido los ganadores, sin duda. ;)

Como os decía, me recuerdan un poco a nuestros suizos, pero son más livianos y esponjosos. He visto un montón de recetas italianas y en la mayoría mezclan mantequilla con aceite, pero yo me he decidido por la de Francesca de "Parlami con un Dolce", con algún pequeño cambio.



Con las cantidades que os indico me han salido ocho maritozzi de buen tamaño. He congelado un par en cuanto han enfriado, sin el relleno, para otro día, porque la bollería casera como más rica y tierna está es recién hecha. Y ya sabéis cómo es lo del congelador: si los guardáis tiernos, así estarán al descongelarlos.



Para los maritozzi:


360g de harina (yo de fuerza)

1 pizca de sal

190g de leche

35g de aceite de girasol

1 huevo M

1 cucharadita de miel

40g de azúcar (o xylitol o eritritol, si lo preferís)

10g de levadura fresca de panadero

Esencia de vainilla o ralladura de naranja

1 yema +1 cucharada de leche para pintar

Nata y azúcar glasé para rellenar y espolvorear


Tradicional: ponemos la harina en un bol, hacemos un hueco en el centro y añadimos la levadura disuelta en la leche, la miel, la vainilla o ralladura, el huevo, el azúcar y la sal. Amasamos hasta obtener una masa elástica. Tapamos y dejamos levar un par de horas. (Dependerá de la temperatura que tengamos en casa.)


Panificadora: ponemos en el vaso la leche tibia, la levadura desmenuzada, el azúcar, la miel, la vainilla o ralladura, el huevo, la harina y la sal. iniciamos el programa Amasar, que en mi máquina dura 15 minutos. Dejamos levar unas 2 horas, según temperatura ambiente.  (Otra opción: en lugar del programa Amasar, utilizar el programa Masa, que amasa y leva y dura en total unas dos horas)


Thermomix: ponemos en el vaso la leche con la levadura y la miel y programamos 30 segundos, 37º, velocidad 2. Añadimos aceite, huevo, azúcar, vainilla o ralladura y batimos 10 segundos a vel. 4. Echamos la harina y la sal y programamos 6 minutos en Espiga. Dejamos levar unas 2 horas hasta que doble volumen.




Desgasificamos la masa dándole forma alargada y la cortamos en 8 porciones. 

Las boleamos y las ponemos en la bandeja del horno, sobre papel de hornear. Dejamos levar de nuevo. (Esta vez tardará menos, con una hora como mucho será suficiente.)

Precalentamos el horno a 180 grados. Batimos la yema con la cucharada de leche, pincelamos los bollos y horneamos unos 15 minutos.



Cuando enfríen, los rellenamos. Para la nata chocolateada he utilizado 200ml de nata líquida para montar, muy fría, dos cucharadas de cacao en polvo y 50g de azúcar glasé. Cuando monto nata me gusta añadirle una cucharada de queso de untar, tipo Philadelphia, para que quede más firme.

Lo hice con la Thermomix, con mariposa: se echa la nata muy fría con el queso y se programa velocidad 3 y 1/2 sin tiempo. Hay que vigilarla por el bocal para que no se nos pase a mantequilla, suele tardar entre 2-3 minutos. Cuando ya está casi montada se añade el cacao y el azúcar y seguimos batiendo unos segundos para integrarlos.



Para rellenar los maritozzi, les damos un corte por arriba, como si quisiéramos partirlos al medio, pero sin llegar hasta abajo. Separamos el corte con las manos y ponemos el relleno.
Después, espolvoreamos con azúcar glasé.



Si no os queréis complicar montando nata y preferís usar la que viene en spray, rellenadlos justo en el momento de comerlos, porque esa nata es mucho menos consistente y se va deshaciendo. (La nata blanca que veis en la foto es de spray.)




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