¡Buenos días! ¿Empezamos la semana con unos brioches de calabaza? Son unos bollitos muy tiernos y aromáticos y ¡llevan sorpresa! Un delicioso relleno de dulce de leche, que podéis cambiar por nutella, si os gusta más.
Esta es una de esas recetas que lleva un par de semanas aparcada, porque como os dejo la elaboración de varias maneras (tradicional, en thermomix o con panificadora) se me hace más larga de escribir. Hoy, como no trabajo y tengo más tiempo libre, me he puesto manos a la obra.
He dividido la masa en bolas para tener este efecto de bollitos que podemos arrancar con las manos, sin usar cuchillo. Podéis ponerlas separadas más separadas en la bandeja del horno si queréis conseguir bollitos individuales, tipo suizo. Yo he preferido hacerlas en una fuente, para que se juntaran al levar.
Como siempre que usamos puré de calabaza en las recetas, os recuerdo que es importante escurrirlo bien. La calabaza suelta mucha agua, y más aún si la hacemos hervida en lugar de asada. Recordad también que el peso mengua al cocinarla, precisamente por esa pérdida de agua. El peso del puré que os pongo en la receta se refiere a la calabaza ya cocinada y bien escurrida, ya sea hervida o asada en el horno o microondas.
También podéis utilizar para la receta la mantequilla de calabaza que os enseñaba aquí.
Para los bollitos de calabaza:
140g de puré de calabaza
50g de mantequilla, blandita
100g de leche tibia, NO caliente
1 huevo (unos 55g)
5g de levadura seca, o el triple si es fresca
75g de panela, o el azúcar que uséis
420g de harina de fuerza +1 pizca de sal
1-2 cucharaditas de canela o mezcla de especias
Si no tenéis el puré de calabaza hecho, la manera más rápida es pelar y trocear la calabaza, ponerla en un bol y meterla en el microondas tapada. Yo uso la tapa del micro, si no tenéis, usad film transparente. Ponedla 8-10 minutos a máxima potencia, porque dependerá del tamaño de los trozos. Probad a aplastarla con el tenedor para verificar que está blandita. Dejad enfriar un poco, escurrid y triturad. Hay que pesar el resultado final.
Con Panificadora: (mi favorita)
Ponemos en la cubeta la leche tibia, la levadura, el puré de calabaza, el huevo, la mantequilla blandita en trozos, la panela y, encima de todo, la harina con la sal y la canela. Programa "sólo amasar", el que dure 15 minutos. Cuando termine, sacamos la masa a un bol untado con aceite, lo tapamos y dejamos levar un par de horas. (Dependerá del calor que haga.)
Si no queréis estar vigilando la masa, podéis poner el programa que amasa y leva, que dura cerca de dos horas.
Con Thermomix:
Disolvemos la levadura en la leche tibia y la ponemos en el vaso, junto con el puré de calabaza, la mantequilla blanda, la panela y el huevo. Programamos 30 segundos a vel.4. Añadimos la harina con la sal y la canela, mezclamos 10 segundos a vel.6 y amasamos 3 minutos, espiga. Tapamos la thermomix con un paño de cocina para "abrigarla" y dejamos levar un par de horas. (En verano tardará menos.)
Tradicional:
Disolvemos la levadura en la leche tibia. Dejamos reposar unos minutos. En un bol, batimos el huevo con la panela. Añadimos el puré de calabaza, la mezcla de leche y levadura y la mantequilla muy blanda o fundida. Batimos bien. Agregamos la canela, la sal y vamos añadiendo harina mientras amasamos. Hacemos una bola, la ponemos en un bol untado con aceite y tapamos con un paño. Dejamos levar un par de horas.
Resto de la elaboración:
Ponemos la masa sobre la encimera untada con un poco de aceite, nos mojamos las manos, amasamos un poco para desgasificar y cortamos en 8 porciones de unos 100g. Aplastamos un poco cada porción, añadimos en el centro una cucharada de dulce de leche, cerramos y boleamos.
Las vamos poniendo en una fuente untada con aceite, o directamente en la bandeja del horno cubierta de papel de hornear. Dejamos levar de nuevo. (Yo las meto en el horno apagado.) Esta vez tardarán menos, sobre una hora.
Precalentamos el horno a 180º.
Pincelamos los bollitos con huevo batido, o con leche si no queréis usar más huevo. Espolvoreamos un poco de azúcar, o decoramos con azúcar perlado. Horneamos 25-30 minutos.
Al sacarlos del horno, podemos pintarlos con una cucharada de miel diluida en agua tibia, para darles brillo.
Se pueden congelar... ¡Si es que sobran!
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