¡Hola, hola y hola! Me perdonaréis por no estar muy activa por aquí últimamente, pero ¡es verano! Un verano atípico, pero verano, al fin y al cabo. Hace calor y tengo pocas ganas de encender el horno, y menos aún de sentarme frente al ordenador a escribir recetas... ¡Tengo el escritorio en una de las habitaciones más calurosas de la casa!
Pero como no quiero terminar agosto sin subir al menos un par de recetas de las que tengo pendientes, hoy me he puesto con la primera: unos deliciosos rollitos de brioche rellenos de mermelada de frutos rojos y granillo de almendra. Ya os he contado alguna vez que mi madre hace unas mermeladas caseras maravillosas, y esta de fresas y arándanos le ha salido espectacular.
Con las cantidades que os indico, he hecho un rollo-tarta en un molde de 23 cm, y un par de rollitos individuales. Si os va más el chocolate que la mermelada, probad a rellenarlos de nutella o una crema similar.
400g de harina de fuerza
50g de azúcar
5g de levadura seca de panadero (o el triple de la fresca)
150ml de leche
50g de mantequilla en pomada (blandita)
2 huevos grandes
2 cucharaditas de miel (si no tenéis, poned unos 20 ml más de leche)
1 pizca de sal
Vainilla, o ralladura de naranja
Panificadora:
Ponemos en la cubeta la leche templada, los huevos, la miel, la levadura, el azúcar, la vainilla y, encima de todo, la harina y la pizca de sal. Ponemos el programa de amasado que dura 15 minutos. Cuando lleve 10 minutos amasando, añadimos la mantequilla en trocitos.
Cuando termine, dejamos levar en la cubeta 1-1,5 horas, hasta que aumente de volumen.
(Si fuese invierno o hiciese frío, podríamos poner el programa Masa, que amasa y leva, en lugar de sólo amasado)
Sacamos la masa a la encimera, untada ligeramente con aceite (a mí me funciona mejor así que enharinada) la amasamos un poco para sacarle el gas y la extendemos con el rodillo formando un rectángulo, como en la receta de los girelle al pesto.
Extendemos por encima la mermelada, dejando un cm de margen por los lados, espolvoreamos un poco de granillo de almendra y enrollamos. Cortamos rollos de unos 2cm y los vamos poniendo en un molde, un poco separados, o sobre papel de hornear.
Los dejamos levar de nuevo una hora.
Precalentamos el horno a 180 grados. Pincelamos los rollitos con un poco de leche o de huevo batido y cocemos unos 20-25 minutos.
Tienen que dorarse un poquito, pero estar blanditos.
Si queréis, podéis congelarlos envueltos en film transparente.
¡Es una maravilla cómo huele la cocina mientras se hornean!
Le hincaría el diente ahora mismo!. Riquísimo! Besines!
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias! Un beso :)
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