Las galletas de mamá ("bollinos")

Estas son las galletas que hace mi madre desde que mis hermanos y yo éramos niños. Nunca he probado ninguna igual. ¡Saben a casa!

He querido poner la receta muchas veces, pero el problema es que mi madre hace estas galletas "a ojo": sin pesar ingredientes o, como mucho, midiendo con un pocillo. Y a mí, que me gusta tener las recetas del blog lo más exactas posible (ya sabéis que un poco siempre varían, en función del tamaño de los huevos, la capacidad de absorción de las distintas harinas, etc) no hay nada que me repatee más en repostería que la expresión: "y de harina, lo que admita".

Bien, pues aquí tenéis las galletas en cuestión, con sus medidas, procedentes de pillar un día a mamá con las manos en la masa y plantarle la báscula de cocina al lado.
Por supuestísimo que ella las hace siempre a mano... Yo soy más vaga y he adaptado su receta a la thermomix, para escribir aquí las dos elaboraciones.

Las he hecho con una innovación: añadirle un par de cucharadas soperas de licor de anís. Que ya os he contado alguna vez que a los asturianos nos gusta mucho echarle anís a las cosas: al arroz con leche, a los bizcochos (¡Tenéis que probar este) y, por supuesto, a las galletas y rosquillas.
Si no le ponéis el anís, os saldrán también de maravilla: esa sería la receta base de mi madre, y yo creo que el truco de su textura suave y deliciosa está en la mezcla de mantequilla y aceite de girasol.

Para las galletas de mamá: (ella las llama "bollinos")

100g de mantequilla, muy blanda
50ml de aceite de girasol
140g de azúcar
1 huevo mediano
2 cucharadas soperas de anís (opcional)
285g de harina blanca de trigo

Tradicional: Batimos la mantequilla con aceite y el azúcar. Añadimos el huevo y el anís, si le ponemos. Vamos agregando la harina hasta tener una masa esponjosa pero que no se pega a las manos.

Thermomix: ponemos en el vaso la mantequilla muy blanda o fundida y fría, el aceite y el azucar. Programamos 2 minutos a velocidad 3. Añadimos el huevo y el anís y batimos 1 minuto más a vel.3. Agregamos la mitad de la harina y mezclamos 10 segundos a vel.5. Echamos el resto de harina y repetimos.

Tendremos una masa esponjosa, pero que no se pega a las manos. Podemos meterla un rato en la nevera para manejarla mejor, o directamente ir formando los bollinos.

Precalentamos el horno a 180º.

Hacemos bolitas con la masa y las vamos poniendo en la bandeja del horno, sobre papel de hornear. Las aplastamos con los dedos y ponemos un pellizquito de azúcar sobre cada una.

Horneamos unos 12 minutos, hasta que empiecen a dorar. (A mí me gustan así, más bien blanquitas. Podéis dejarlas 15 minutos si os gustan más hechas.)

Os dejo foto de cómo quedan, para que os hagáis una idea del tamaño.

Dejamos enfriar y disfrutamos... Mojadas en café con leche o cacao, son una auténtica maravilla.