Hummingbird cake por un año de blog!

¡Cómo pasa el tiempo! Hace ya un año que empecé con este blog, que me sigue entreteniendo como el primer día. Muchísimas gracias a todos los que me leéis, a los que me comentáis y a los que probáis mis recetas, me hace mucha ilusión que esteis ahí. Estos días he estado muy liada haciendo las maletas, porque este año adelantamos las vacaciones  para irnos de viaje a Tailandia con nuestros queridos amigos de Callejeando por el mundo, pero a la vuelta prometo sorteo para celebrar mi primer cumpleblog, en el que aprovecharé para incluír algún regalo traído de nuestro viaje, ¡que no todo van a ser cosas para cocinar!

De momento, para celebrarlo, os invito a un trozo de hummingbird cake, o tarta colibrí, como también se le llama, supongo que por la cantidad de frutas que lleva. El bizcocho es denso,jugoso y aromático, gracias a las frutas, y la crema de queso es el acompañamiento perfecto. Para hacerlo "mezclé" las recetas de los libros de Bea Roque y el de la pastelería Hummingbird y nos encantó el resultado.

Para el bizcocho:

2 huevos
180 g de azúcar
125 ml de aceite de girasol
Una latita de piña en su jugo escurrida (155 g)
180 g de plátanos hechos puré (3 pequeños)
50 g de coco rallado
50 g de nueces picadas (+ otros 50 g enteras para decorar)
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de levadura, tipo Royal
1/2 cucharadita de bicarbonato
220 g de harina

Precalentamos el horno a 170º.
Trituramos la piña escurrida (yo en thermomix, 20 segundos a velocidad 7) y reservamos en un bol. Hacemos lo mismo con los plátanos.
Mezclamos en un bol la harina con el coco, las nueces, la canela, el bicarbonato y la levadura.
Batimos los huevos con el azúcar hasta que esponjen. (TMX: 3 minutos, vel. 3 con mariposa) Añadimos el aceite, la piña y el plátano y mezclamos bien . (TMX: 20 segundos, vel. 3) Añadimos los ingredientes "secos" en dos veces, mezclando lo justo para integrarlos. (TMX: retiramos la mariposa, añadimos la mezcla de secos y batimos 6 segundos en vel. 5)
Vertemos la masa en dos moldes de 22 cm de diámetro, engrasados o forrados con papel de hornear, y cocemos 35- 40 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo, salga limpio. (Podemos utilizar un solo molde y laminar el bizcocho cuando esté frío, pero debemos tener en cuenta que tardará más en cocer)

Dejamos enfriar los bizcochos en el molde 15 minutos antes de desmoldarlos. Para que no subiesen con "montañita" en el centro, puse alrededor de los moldes un paño de cocina humedecido durante todo el horneado, es un truco que había leído hace tiempo y ¡doy fe de que funciona!
Cuando estén fríos, rellenamos y cubrimos con crema de queso como la que usamos para los red velvet cupcakes. Como el bizcocho es jugoso, no necesita almíbar. Podéis dejar los bordes de la tarta al aire, al estilo "naked cake", o cubrir también los laterales. Decoramos con las nueces enteras que teníamos reservadas. Yo le he puesto también virutitas de chocolate blanco por los laterales.

Este trozo es para vosotros... ¡Gracias por estar ahí! Podéis acompañarnos en el viaje a través de las redes sociales, donde intentaremos poner un montón de fotos de lo que vamos viendo por Tailandia, curso de cocina tailandesa incluído. :)