No sé si habéis visto estos días las fotos de la acrópolis nevada. Pues yo nunca he estado en Grecia (aún) pero, por asociación de ideas, viendo esas imágenes me acordé de nuestro viaje a Roma (coliseo, foro, panteón... Ya sabéis) y de sus maritozzi.
El maritozzo (en singular) es el dulce típico de la capital italiana, un brioche, parecido a nuestros suizos, relleno de nata. El nombre viene de la costumbre que tenía el novio, futuro "marito" (marido) de regalarlo a su prometida en señal de amor, y muchas veces escondía una alianza en su interior. Aunque son más típicos de la cuaresma, en Roma los hacen todo el año, y los rellenos han evolucionado desde la tradicional nata montada a un montón de cremas y toppings... De hecho, recuerdo que tomamos uno que llevaba pistacho.
Yo he rellenado unos con la típica panna (nata montada) y otros con nata chocolateada. Estos últimos han sido los ganadores, sin duda. ;)
Como os decía, me recuerdan un poco a nuestros suizos, pero son más livianos y esponjosos. He visto un montón de recetas italianas y en la mayoría mezclan mantequilla con aceite, pero yo me he decidido por la de Francesca de "Parlami con un Dolce", con algún pequeño cambio.
Con las cantidades que os indico me han salido ocho maritozzi de buen tamaño. He congelado un par en cuanto han enfriado, sin el relleno, para otro día, porque la bollería casera como más rica y tierna está es recién hecha. Y ya sabéis cómo es lo del congelador: si los guardáis tiernos, así estarán al descongelarlos.
Para los maritozzi: