Scones "tarta de zanahoria" (Carrot cake scones)

Hace casi un año, después de nuestra escapada a Edimburgo, compartía en el blog la receta de los scones. Desde entonces he hecho un montón de veces estos deliciosos bollitos, solos o con pasas, arándanos, pepitas de chocolate... Y la semana pasada pensé: "Con lo que me gustan los scones con queso de untar, ¿Qué tal estarán si les pongo un poco de zanahoria rallada, como si fuera una carrot cake?"

Pues ¡dicho y hecho! Aquí tenéis scones versión tarta de zanahoria. Lo de ponerles pasas o no, lo dejo a vuestro gusto. A mí, personalmente, me encantan, pero podéis sustituírlas por unas nueces, o no ponerles nada.

He mezclado harinas de trigo y de espelta integral porque no tenía suficiente de una sola, y me gusta como han salido. Podéis poner sólo harina de trigo, si os gustan más blanquitos.
En lugar de utilizar un cortador, he optado por hacer una círculo de masa y dividirla en ocho partes.

Para los "carrot cake scones":

260g de harina
2 cucharaditas bien colmadas de impulsor (levadura química tipo Royal)
45 g de azúcar
1 cucharadita de canela molida
50 g de mantequilla fría
100 ml de leche fría
125 g de zanahoria rallada
Un puñado de pasas (opcional)

Tradicional: pelamos la zanahoria, la rallamos o trituramos y reservamos.
Mezclamos en un bol la harina, el impulsor, el azúcar y la canela. Añadimos la mantequilla fría en trocitos y mezclamos frotando los ingredientes, hasta tener unas migas arenosas. Agregamos la leche y la zanahoria y amasamos lo justo para integrarlas. Por último, añadimos las pasas y las mezclamos.
Metemos la masa, que estará un poco pegajosa, una hora en la nevera.

Thermomix: ponemos en el vaso la zanahoria pelada y cortada en trozos, y trituramos 4 segundos a velocidad 5. Sacamos a un bol.
Sin lavar el vaso, echamos la harina, el impulsor, el azúcar, la canela y la mantequilla fría en cubitos. Programamos 12 segundos a vel.5. Añadimos la zanahoria y la leche y mezclamos 10 segundos a vel.5. Sacamos la masa a un bol, añadiendo las pasas con las manos, y la metemos en la nevera una hora aproximadamente.

Precalentamos el horno a 200º.

Sacamos la masa, la aplastamos un poco haciendo un círculo de un par de centímetros de grosor y cortamos los scones. Los ponemos en la bandeja del horno, sobre papel de hornear, un poco separados. Los pincelamos con un poco de leche y espolvoreamos canela y una pizquita de azúcar.

Metemos la bandeja con los scones en el horno, bajamos la temperatura a 180º y los cocemos 16-17 minutos.

Están buenísimos rellenos de queso de untar tipo philadelphia y mermelada de melocotón o piña.
Recordad que podéis congelarlos envueltos en film transparente. Cuando los descongeléis, calentadlos un poco en el tostador ¡quedan riquísimos!