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viernes, 30 de agosto de 2019

Pan de calabaza en panificadora



¿Pan de calabaza? Pues sí. Y ya os aclaro que no sabe a calabaza, sólo tiene un toque diferente y un colorcito más dorado que los panes que suelo hacer. Además, si le ponéis por encima unas semillas de calabaza, o incluso unas nueces, le daréis un toque crujiente y aún más sabroso.

Para hacer este pan necesitamos 150 g de puré de calabaza. es decir, la calabaza asada o cocida (¡bien escurrida!) y triturada. Podéis hacerla asada en el horno, aprovechando el tiempo mientras horneáis algo más, o cocida, unos 20 minutos, hasta que ablande. O en el microondas, en daditos, que tardará mucho menos tiempo.
Como más tarda en hacerse es asada al horno, pero para mi gusto queda más sabrosa y "seca". Una calabaza cacahuete, partida al medio, tardará unos 50 minutos en asar a 180º. Depende del tamaño... Por eso yo aprovecho para hacerla al tiempo que horneo otra cosa.
Y, ya puestos a cocer/asar calabaza, haced el doble de cantidad: así podréis aprovechar para hacer este brownie de calabaza, que está de vicio.


Para el pan de calabaza:

domingo, 25 de agosto de 2019

Crema de limón (sin leche ni mantequilla)


Hoy os traigo un postre de los buenos, bonitos, baratos...Y sin horno, que aún seguimos en modo verano y sólo de pensar en encenderlo entran sudores. Como tengo un montón de limones caseros y ecológicos, se me apeteció hacer una crema de limón.
Veréis que recuerda un poco al lemon curd, pero sin mantequilla. También podríamos pensar en unas natillas, pero sin leche: zumo de limón, agua y pocos ingredientes más.

¡Con mucho sabor a limón! Como topping he probado a ponerles a unos vasitos canela molida, y a los otros, galleta de chocolate triturada. Personalmente, prefiero los de canela.
Con estas cantidades me han salido 6 vasitos.


Para la crema de limón:

domingo, 11 de agosto de 2019

Pastas de almendra egipcias



El mes pasado estuvimos de viaje por Egipto: hicimos un minicrucero por el nilo, seguido de unos días en El Cairo. Volvimos de allí encantados; nos maravillaron las pirámides, los templos, el museo egipcio... Parece mentira que hace más de 4000 años construyesen semejantes maravillas.

Y en cuanto a la gastronomía, ¡qué os voy a contar de los dulces! Mucha almendra, pasta filo, miel... Una delicia. Una de las noches, en el crucero, nos pusieron de postre un surtido de dulces típicos y fue lo que más me gustó de todo lo que probé en el viaje.
Me traje conmigo la receta de estas pastas de almendra, que me recuerdan un poco a nuestros mazapanes. Se hacen en un santiamén y tardan muy poco en hornearse. No llevan harinas ni mantequillas, así que son aptas para celiacos e intolerantes a la lactosa.
Necesitaréis:


Para las pastas de almendra: