Tarta de queso rápida en tarro

¿Que tenemos invitados de última hora? ¿Que nos apetece una tarta de queso, pero no queremos esperar a que se hornee, o a que se cuajen la gelatina o cuajada que usamos para las tartas frías? ¡Pues esta es la vuestra! Una cheesecake muy fácil y rápida de preparar, y aún podéis ahorraros un paso si en lugar del coulis de frutos rojos, le ponéis por encima un poco de mermelada o de chocolate fundido.

Otra novedad es que la galleta del fondo va triturada, pero sin compactar: simplemente trituráis las galletas, las mezcláis con una cucharada de mantequilla fundida y ponéis un poco en el fondo de los vasitos, sin apretarla. ¡Está riquísima, así!
Con las cantidades que os pongo, salen seis raciones, servidas en tarros o en vasitos, a vuestro gusto.
Sólo me dio tiempo a tenerlos menos un par de horas en la nevera, antes de servirlos, y estaban muy ricos, no necesitan tanto reposo como otras tartas de queso. Al fin y al cabo, la crema no necesita cuajar, aunque sí que espesa un poco con el frío.
Os recomiendo hacer lo primero de todo el coulis de frutos rojos, para que le de tiempo a enfriar un poco. Así, mientras se cuece, podéis hacer el resto de la receta.

Para la tarta de queso en tarritos:

Base:  80 g de galletas para el fondo de los tarros (+1 cucharada de mantequilla fundida, opcional)
 (ojo: celiacos, usad galletas sin gluten)

Trituramos las galletas (yo lo hice en la thermomix, 6 segundos a velocidad 6), las mezclamos con la mantequilla fundida para humedecerlas un poco (¡o no! Al gusto...) y repartimos en los tarros, sin apretarlas contra el fondo con la cuchara.

Crema:   250 g de mascarpone
               3 yogures naturales
               100 ml de leche condensada

Batimos todo junto hasta tener una crema. (Thermomix: con mariposa, 20 segundos a vel.3)
Repartimos en los vasitos, sobre la capa de galleta molida.

Coulis de frutos rojos:   250 g de frutos rojos ( los usé congelados, del Lidl, pero sirven frescos)
                                       2-3 cucharadas de azúcar (yo puse dos de panela)
                                       1 chorrito de zumo de limón

Ponemos todo en un cazo a fuego medio y cocemos diez minutos, para que la salsa reduzca un poco.
Este paso suelo hacerlo el primero, para que enfríe un poco antes de repartirlo cubriendo las tartitas. Si lo preferís, podéis usar mermelada del sabor que más os guste, o chocolate fundido con un poco de nata líquida.

Aquí os dejo una foto del que me sobró para el día siguiente: con el reposo de toda la noche en nevera, la crema queda más cuajadita: