Magdalenas de manzana y nuez (y AIG 2014)

¡No puedo dejar de hacer postres con manzana! Y es que para mí no hay fruta otoñal mejor...
 En esta ocasión os traigo unas magdalenas, un desayuno delicioso para el fin de semana. Me encanta el aroma que desprenden al hornearse, os juro que me huelen a días lluviosos al calor de una chimenea...
Los trocitos de nuez, y la corteza de canela y azúcar les dan un punto crujiente delicioso. Y cada vez me gusta más utilizar harina de arroz para los bizcochos con fruta, me da la impresión de que quedan mucho más ligeros... Si no tenéis problemas con el gluten, o no encontráis este tipo de harina, podéis sustituirla por harina de trigo.

Para las magdalenas de manzana y nueces: (salen 12, grandes)

2 huevos
100 g de azúcar
100 ml de aceite de girasol
1 yogur natural
1 cucharada de miel
160 g de harina de arroz
40 g de almendra molida
2 cucharaditas de levadura química, tipo Royal
40 g de nueces troceadas
1 manzana pelada y cortada en cuadraditos
2 cucharadas de azúcar mezcladas con una cucharadita de canela (para espolvorear)

Precalentamos el horno a 170º.

Batimos los huevos con el azúcar hasta que estén esponjosos. Añadimos la miel, el aceite y el yogur y mezclamos hasta integrarlos. Agregamos la harina mezclada con la almendra y la levadura. por último, incorporamos las nueces y la manzana, removiéndolas entre la masa con la espátula.
Con Thermomix: mezclamos la harina con la levadura y la almendra 20 segundos a velocidad 3 y lo sacamos a un bol. Ponemos la mariposa y montamos los huevos con el azúcar 3 minutos a vel.3. Añadimos la miel, el yogur y el aceite y mezclamos 20 segundos a vel.3. Retiramos la mariposa, echamos la mezcla de harina del bol y batimos 5 segundos a vel.5. Por último, incorporamos la manzana y las nueces, mezclando con la espátula.

Rellenamos los capacillos de magdalena 3/4 partes de su capacidad. (Si no son rígidos, los meto antes en un molde o flaneritas para que no se abran con el peso de la masa)
Espolvoreamos azúcar y canela sobre la superficie, y horneamos 20 minutos.

Anteayer, al llegar del trabajo, me esperaba una sorpresa en casa: un paquete de correos (¡me encanta recibir paquetes!) con el regalo de mi Amiga Invisible Gastronómica de este año: se trata de Leire, del blog Lozeamae.
Leire vive en Gernika y al leer esto en el remite ya me alegré, porque me encanta Euskadi, sus paisajes y su gastronomía. Me envió un montón de información de su tierra, que ya he visitado en alguna ocasión, y a la que volveré pronto, espero.

Ya casi he devorado enteros los libros que me envió: el de Pan Casero de Iban Yarza, que además venía dedicado por él (¡¡¡¡qué ilusión me hizo!!!!) y otro de Cocina Vasca, del que ya tengo varias recetas seleccionadas a la espera... Además, Leire me envió masa madre seca para hacer pan, que estoy deseando probar. ¡La fiebre panadera ya ha hecho presa en mí!

Del idiazábal, que por cierto es uno de mis quesos preferidos, ya no queda ni rastro. Lo empezamos ese mismo día para la cena, acompañado de un buen pan untado en el aceite de Eusko Label que también venía en el paquete. (Si es que piensas en todo, Leire, menudas delicatessens me has regalado...¡Parece que me conocieras de toda la vida!)
Las alubias voy a estrenarlas la semana que viene para hacer una de las recetas del libro de cocina vasca (¿Qué será, será?) y las mermeladas de fresa y de kumquat, hechas por Leire, me alegran las mañanas en las tostadas del desayuno.

Muchísimas gracias, Leire, por tu regalo. Me ha encantado, has acertado de pleno con todo.
Y a todos vosotros, mis queridos lectores, deciros que no os perdáis su blog, porque os van a entusiasmar sus recetas y sus fotos tanto como a mí, seguro...