Pudding de chía con arándanos

Hoy os traigo el desayuno de moda, el pudding de chía. Después de tanto verlo, todos los días en instagram, me decidí a comprar las famosas semillas, y a probarlas.

Para quien no lo sepa aún, la chía es una semilla comestible, de la planta salvia hispánica, que se da sobre todo en el sur de Méjico. Para los mayas, "chia" significaba "fuerza", ya que les proporcionaba energía y aumentaba su resistencia. Se cree que sus mensajeros las utilizaban para mantener la energía durante las largas caminatas, y también eran consumidas como medicamento para el dolor articular, debido a las propiedades antiinflamatorias de los ácidos grasos omega 3. Tras la conquista española, se prohibieron porque también las utilizaban como ofrendas a sus dioses, y fueron reemplazadas por otros cultivos, como el maíz.

Las semillas de chía son muy ricas en proteínas, calcio, potasio, antioxidantes, hierro, ácidos grasos omega 3 y fibra soluble, ya que absorben unas 10 veces su peso en agua, formando un gel. Por ello, ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre y producen sensación de saciedad durante horas. Además, no contienen gluten, por lo que son aptas para celiacos.
(¡Ojo, un efecto secundario es que pueden bajar la tensión arterial, así que si tomáis medicamentos para la hipertensión, o estáis a tratamiento con anticoagulantes, no se recomienda su consumo!)

La preparación es muy sencilla, sólo hay que añadirles un líquido, remover y dejar reposar unas horas, mejor en frío, para que se forme el gel y nos quede un pudding cremoso. Podemos endulzarlas a nuestro gusto con azúcar, miel, stevia... Y añadirles cacao, canela, frutas, frutos secos, o lo que más os guste. A mí me gustan con canela, en plan falso arroz con leche, y con frutas por encima. Las mezclo con leche y edulcorante por la noche, espolvoreo canela, las dejo en la nevera y cuando me levanto por la mañana sólo tengo que remover y añadir la fruta.

Para el pudding de chía: (una ración)

15 g de chía
200 ml de leche de almendras (o la que utilicéis habitualmente)
Endulzante (yo uso unas gotas de stevia de vainilla)
Canela
Arándanos u otra fruta que os guste
Sirope de arce o miel (opcional)

Ponemos las semillas de chía en un bol, añadimos la stevia y la leche, removemos bien y espolvoreamos con canela. Tapamos, y refrigeramos unas horas o toda la noche, para que gelifique.
En el momento de consumirlas, removemos un poco, añadimos la fruta y una cucharadita de sirope de arce o miel, y ya tenemos nuestro desayuno superenergético y repleto de vitaminas.

Por donde yo vivo no he visto aún estas semillas a la venta, pero sé que las tienen en el Corte Inglés, y yo las pido a iHerb, al igual que la stevia de vainilla. Si os decidías a pedirlas allí, os dejo un código de descuento NBF920 , pero recordad no pasaros de 1814 g de peso en el paquete, para que no os lo retengan en la aduana.